Los vecinos, guardianes de las propiedades de los emigrantes venezolanos

PROBLEMAS PARA CONSERVAR LOS INMUEBLES

Ocupas e inquilinos que no pagan y no se pueden deshauciar, grandes riesgos para los propietarios que viven en el exterior

Panorámica de Caracas en la web de la Embajada de España en Venezuela
Panorámica de Caracas en la web de la Embajada de España en Venezuela

En los últimos años cerca de ocho millones de venezolanos han abandonado su país ante la crisis política y económica que sufre Venezuela desde hace mucho tiempo. Muchos de ellos conservan sin embargo vínculos con su tierra, tanto por los familiares que se han quedado en ellas como por las propiedades con las todavía cuentan en su país. Conservar los inmuebles para un hipotético regreso o simplemente para defender su patrimonio se ha convertido en una tarea complicada pero los emigrantes que viven en el exterior cuentan con grandes aliados para conseguir su objetivo, los propios vecinos de los edificios donde se encuentran las propiedades.

El presidente de la Federación Venezolana de Galicia (FEVEGA), Manuel Pérez Vidal, explica que la mejor solución para evitar los problemas que puedan surgir con la propiedad es dejársela a un familiar o un amigo para que la cuide. En ocasiones incluso el familiar o amigo se acaba instalando en la propiedad en lo que se convierte en un alquiler pero sin transacción económica por medio. “Tener inquilinos en Venezuela es un problema porque si deciden quedarse en el piso y no pagar es muy complicado echarlos. En Venezuela no existen los desahucios y el Estado mira para otro lado cuando se producen este tipo de situaciones”, concluye Pérez.

“Al final son los propios vecinos del edificio los que vigilan e impiden que los inmuebles desocupados puedan ser tomados por los ocupas porque no quieren convivir con ellos. Se trata de que el pueblo sea quien defienda al pueblo porque el Estado permanece ausente”, indica el presidente de FEVEGA.. En todo caso, Pérez reconoce que el problema de las ocupaciones ha descendido en los últimos años debido al gran volumen de las salidas del país que hace que no haya tantas personas que buscan pisos para ocupar como ocurría años atrás. En Galicia viven unos 30.000 venezolanos, entre emigrantes y retornados, y muchos de ellos siguen conservando una propiedad en su país de origen a la espera de ver la evolución política y económica en el país.

Desde Venezuela hay coincidencia en que los vecinos se han convertido en los mejores garantes de las propiedades de los emigrantes. Deyanira López, responsable de la Inmobiliaria Century 21 Alfa de Caracas, señala que los vecinos no permiten que lleguen delincuentes a instalarse en propiedades vacías de sus edificios y el único problema puede encontrarse en viviendas unifamiliares que no tengan un grupo de vecinos que puedan defenderlas.

“La Ley de Arrendamiento Residencial no protege al propietario y por eso hay muchos que se inclinan por no alquilarlos. El problema es que hay gente que se marcha, no alquila pero tampoco hace mantenimiento del inmueble y unos años después cuando quiere venderlo se encuentra con que la propiedad se ha desvalorizado por el deterioro que ha sufrido”, explica López, quien apunta que hay una generación de hijos de emigrantes que tienen entre 25 y 35 años y están comprando inmuebles en el país para ellos o para sus padres con dinero que se obtiene de créditos en los países donde residen.

Buen momento para vender e invertir de nuevo

López indica que el momento actual puede ser bueno para aquellos que quieren vender la propiedad que tenían si se busca una inversión en otra vivienda. El mercado apenas ha experimentado subidas de precios en los últimos años y tampoco se esperan a corto plazo. Sólo en puntos muy concretos como puede ser Isla Margarita, la zona norte de Caracas pegada al mar o el sector de Lechería en las proximidades de la ciudad de Barcelona –con mucha población de origen árabe– registran un mayor movimiento por el interés en comprar propiedades allí.

Otro de los problemas que se vive en el sector inmobiliario venezolano es el caso de personas de avanzada edad que decidieron no emigrar precisamente para poder conservar sus propiedades. Algunas de estas personas se encuentran sin descendencia o si la tienen han emigrado al exterior y no están dispuestos a volver al país. Emigrantes españoles que llevan viviendo muchos años en Venezuela y no se decidieron a regresar se encuentran ahora con que no tienen a quien legar su propiedad cuando ellos ya cuentan con una edad muy avanzada. Consiguieron resistir ante las expropiaciones realizadas por el régimen chavista hace más de 15 años pero puede que por el inexorable paso del tiempo sus viviendas terminen abandonadas y finalmente en manos del Estado.

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