Veinte vecinos convierten As Lamas en un paraíso navideño

DECORACIÓN NAVIDEÑA

Los trabajos empiezan meses antes de las fiestas y reciben cientos de visitas en estas fechas

El maridaje navideño por excelencia: Nieve y chocolatada.
El maridaje navideño por excelencia: Nieve y chocolatada.

El espíritu navideño no es cosa baladí para los vecinos de la pequeña aldea de As Lamas, situada en el Concello de Maceda, que desde el año pasado decoran toda la localidad con esmero y cariño.

Enclavada en la montaña, esta aldea cuenta con cerca 20 vecinos que ni siquiera todos residen allí durante el año, pero comprometidos e involucrados en hacer de cada calle y esquina de su pueblo un rincón navideño.

El cartel de la entrada con el nombre del pueblo.
El cartel de la entrada con el nombre del pueblo.

El primer año las decoraciones que ellos mismos hacen -con materiales reciclados, rollos de paja, ruedas e incluso sedal- atrajeron ya a paisanos de otras aldeas cercanas, que este año se cuentan por cientos.

Durante los próximos fines de semana -hasta el de reyes- los vecinos preparan una chocolatada gratuita para todos los asistentes, que además pueden disfrutar de fuegos artificiales e incluso nieve -también artificial-

Las hermanas Mari Mar y Begoña Pato junto a Jose María Losada y Manuel González son los vecinos que iniciaron esta ola navideña, a la que el resto de vecinos se sumaron sin dudar. Aunque confiesan que se empezó por los más jóvenes de la aldea -cuatro niños-, la gente mayor también disfruta de estas fechas y del tiempo en comunidad.

El pueblo navideño, una de las decoraciones principales.
El pueblo navideño, una de las decoraciones principales.

Uno de los elementos protagonistas de esta decoración es el “pueblo navideño”, colocado en la ventana de la “Casa do pobo”, el centro social de los vecinos. Esta maqueta incluye desde montañas y un pueblo, tren, y teleférico, que Begoña tardó casi dos semanas en hacer.

Lía es la vigilante de esta creación, y a pesar de su juventud -tiene apenas 2 años-, realiza su empresa con mucho empeño.

Las decoraciones se cuentan por cientos, todo hecho a mano y con cariño. Para financiar este esfuerzo los vecinos comenzaron con una cuota simbólica de 20 euros, pero este año han vendido su propia lotería -un éxito y despachada en apenas dos semanas- y además hay un buzón de donaciones para que el que quiera pueda ser partícipe.

La iluminación y las decoraciones se encuentran por doquier.
La iluminación y las decoraciones se encuentran por doquier.

Esta nueva tradición que los vecinos pretenden continuar y llevar a más, llega a los más mayores como Antonio y Rosa Otero, dos hermanos de 99 -próximamente 100- y 95, que confiesan nunca haber visto el pueblo así y que están encantados.

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