Estela paga una multa falsa de la DGT y reclama su dinero hasta al Banco de España

Aunque se percató enseguida, al igual que su banco, Estela M.G., vecina de O Barco de Valdeorras, víctima de ciberestafa, lleva cuatro meses detrás de sus 200 euros, “porque son míos”, dice. No se lo explica y ha llegado hasta el Banco de España con su reclamación.

Ella es de las cada vez más frecuentes víctimas de las estafas “smishing de suplantación” que se registran en Ourense. “Siempre operan igual, la víctima recibe un SMS fraudulento en el que se suplanta la identidad de una entidad conocida”, explica Antonio Vázquez, sargento del Equipo@ de la Guardia Civil en Ourense. El mensaje suele incluir un enlace no oficial y un aviso urgente para incitar a la víctima a actuar de inmediato.

Era idéntico al de Tráfico, de verdad, nada parecía falso. Lo hacen tan bien y yo iba tan apurada...

Justamente eso sucedió. En una mañana de prisas, de camino al colegio de su hija, le saltó un SMS en el móvil. Era un mensaje de los que imprimen prisas: “Pague la multa pendiente antes de que expire el plazo”. No lo dudó, iba en “modo multitarea” y pinchó en los enlaces. “Era idéntico al de Tráfico, de verdad, nada parecía falso. Lo hacen tan bien y yo iba tan apurada...”, dice sin perdonarse el tropiezo: “Ahora lo pienso y, claro, ¿cómo me iba a reclamar una multa de aparcamiento la DGT si eso no lo llevan ellos?, además un SMS”. Se culpa, pero hacía pocos días sí le habían sancionado por aparcar mal y aún no había pagado. “Todo coincidía, yo tenia una multa pendiente y me urgían a pagar para además beneficiarme del descuento”, relata.

 El aviso del banco

Cuando iba a dar el último clic, le saltó un aviso: “Era mi banco, el Santander, que decía que podía ser una estafa”. Se frenó, al tiempo que se quedó tranquila. Eran 50 euros de multa y el banco le había alertado, por tanto interpretó que el cargo no se haría. Siguió con su rutina y cuando revisó ya le habían retirado 200 euros. “Además pagué la multa real, así que me quedé sin 250 euros de golpe”, se lamenta.

Si el propio banco se da cuenta en el momento, ¿cómo luego no encuentro apoyo?, deberían tener un seguro para estos casos...

Ahí empezó el peregrinaje de reclamaciones. Primero, a su sucursal, en la que le dijeron que no podían actuar sin denuncia. La interpuso en la Guardia Civil, pero también le explicaron que no era obligatorio, que la reacción rápida es clave para iterceptar el desfalco y que las entidaes bancarias pueden actuar sin denuncia. “Yo no entendia nada”, dice Estela, “si el propio banco se da cuenta en el momento, ¿cómo luego no encuentro apoyo?, deberían tener un seguro para estos casos. Son muchos, no solo personas mayores o que no sepan cómo manejarse”.

Estela llegó hasta el Banco de España. Le informaron de que los bancos son responsables y que el Banco de España debe responder de ellos y no dudó en recurrir al padre de todos los bancos. “Mi madre me animó y escribí al Banco de España, pero no tengo respuesta tampoco”, dice enfadada. “Sé que no es mucho dinero, pero es mío”, afirma. Por otro lado, está ya cansada de insistir y no descarta dejarlo pasar, “porque si tuviera tiempo...”. En el banco le indicaron que abrían una investigación, pero no ha vuelto a saber nada. Mientras tanto, Estela ya no paga nada con su tarjeta de crédito y se ha hecho una de recarga. “Es un poco rollo porque tienes que meter el importe antes de pagar, pero ya no me fío”.

Los ciberdelitos por suplantación, de los más frecuentes en Ourense

En Ourense, según el último balance de criminalidad correspondiente a 2024, se han ergistrado un total de 2.244 delitos enmarcados en la ciberdelincuencia. Son muchos, los tipos, pero los casos de ciberestafas por suplatación de identidad son cada vez más frecuentes.

Los más comunes, que se han detectado en los últimos meses en Ourense, son por el método de la “falsa multa de la DGT”, como el caso de Estela, un timo en el que se indica que el destinatario tiene una multa pendiente y dispone de 24 horas para abonarla, como es el caso de Estela. Otro método denunciado por los ourensanos es por la recepción de un aviso de la existencia de un paquete retenido en Correos y se pide al destinatario un pequeño pago para reenviarlo. Por último, también es frecuente últimamente, según la Guardia Civil, la suplantación de Aduanas a través de un mensaje en el que se advierte de que un paquete está retenido y debe abonarse una cantidad para liberarlo, como fue el conocido caso del “falso Brad Pitt” y una vecina de Toén como víctima.

“En la mayoría de los casos detectados, los importes han sido menores a 400 euros, lo que en términos legales se traduce en delitos leves. No obstante, hemos registrado algún caso puntual con cantidades más elevadas que mantenemos en investigación”, detalla el sargento Vázquez, al tiempo que insiste en recordar que denunciar rápido, no dar datos personales por internte y, en caso de sospecha de estafa, avisar al banco cuanto antes, es fundamental.