Miguel Anxo Bastos
Extremadura: la clave está a la izquierda
Conocí a Alfredo cuando era secretario de Estado de Educación y vino a Santiago a presentar la Logse. Yo era maestra y me quede impresionada con su oratoria, su conocimiento y su serenidad para defender aquella gran ley educativa. Volví a encontrarlo cuando trabajé como asesora con Elena Espinosa. No dejaba de sorprenderme cuando se subía a la tribuna en el Congreso. Su dialéctica era maravillosa, su enorme capacidad de comunicación, su gigantesco sentido del humor. Era un hombre culto, con firmes convicciones, con una inteligencia extraordinaria, con una sonrisa encantadora. Y cuando se ponía serio el mundo se paraba.
Mi cercanía con él comenzó cuando fui portavoz socialista en el Senado. Disfrutaba de sus respuestas cuando venía a la sesión de control de la cámara alta y cuando coincidíamos en la Ejecutiva Federal de la que era secretario general Zapatero. Aprendí muchísimo de sus reflexiones, de su perenne vocación para negociar, de su humor inteligente, de su credibilidad, de sus análisis y valoraciones políticas. Aprendí a quererle profundamente.
Cuando se presentó como secretario general en el Congreso de Sevilla le apoyé porque creía que era una opción segura para el PSOE y para España. Creyó en mí y me propuso para formar parte de su ejecutiva. Nunca podré olvidar esa confianza, su apoyo, su complicidad y sus sonrisas. Fue él quien decidió que encabezara la lista al Congreso de los Diputados por Pontevedra y quien me pidió para ser la secretaria segunda de la Mesa del Congreso.
Me puse enferma y fue ahí cuando más sentí su cariño, su cercanía, su humanidad. Nunca podré olvidar su afecto y su ternura cuando regresé a la Ejecutiva Federal después de superar mi enfermedad. Me recibió con tanto cariño que yo no podía dejar de llorar. ¡Su sonrisa pícara era tan cálida aquel día! O cuando en un acto en Vigo dijo: “Quiero a Carmela conmigo“. Lo dijo así, como quien dice algo natural. ¡Para mí fue tan grande su confianza!
Alfredo Pérez Rubalcaba ha sido uno de los grandes políticos de la historia de España, un político de leyenda. ¡Jamás le olvidaré!
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