Cargarse La Vuelta

De un tiempo a esta parte coleccionamos con profusión ridículos mundiales y sonrojos internacionales. Los que nunca se levantaron contra el terrorismo cuando lo tenían en la manzana de al lado, ahora están muy ocupados criticando a Israel, y sobre todo dando aliento a los terroristas de Hamás, que por si alguien lo ha olvidado, sigue teniendo secuestrados a decenas de jóvenes civiles de varias nacionalidades, cuyo delito fue asistir al festival de música electrónica Nova en la comuna agrícola de Reim el 7 de octubre de 2023.

Los 3.000 asistentes tenían en su mayoría entre 20 y 40 años. Hamás asesinó allí mismo a unos 1400, después secuestró 251, con especial atención a las chicas más jóvenes, a las que forzaron sexualmente en manada, mientras amputaron órganos sexuales a los chicos, en medio de un plan diabólico perfectamente preparado y perpetrado para humillar y aterrorizar al mundo. Sé que es desagradable leer los informes y consultar las pruebas audiovisuales existentes sobre el atentado, pero antes de analizar algo sobre Gaza es aconsejable informarse, a ser posible no solo mediante las fuentes palestinas, controladas por Hamás, como hace la inmensa mayoría de la prensa occidental.

A menudo, las chicas violadas repetidas veces, fueron obligadas a desfilar después frente a los terroristas, con la ropa hecha girones y sangre entre las piernas, para grabarles videos del horror, reírse de ellas, y humillarlas más aún. Los terroristas del 7 de octubre, para su particular fiesta asesina de Halloween, iban hasta el culo de una droga que permite mantenerse sin dormir varios días y que dispara la excitación sexual, ninguna de las dos cosas era casual, como hemos sabido después. Contra esta escoria humana está luchando Israel.

En La Vuelta, los manifestantes pro palestinos lo gozan fastidiando la vida a deportistas que llevan un año preparando esta cita, y que nada tienen que ver con el conflicto en Gaza

De Barcelona parte ahora una flotilla ridícula, llena de tipos que bailan, se contornean, y festejan en solidaridad con la desnutrición infantil en Gaza, a donde supuestamente se dirigen, si bien se han perdido ya en varios puertos europeos mucho antes de lo previsto. La flotilla no se dirigirá a Gaza a exigir la liberación de los inocentes secuestrados por Hamás, pero tampoco a demostrar los supuestos crímenes de guerra israelíes, porque no parece tarea sencilla; tengamos en cuenta, sin ir más lejos, que varios de los terroristas capturados por las fuerzas israelíes confesaron que se mueven en ambulancias para evitar ser objetivo de los disparos de Israel, y que los líderes de Hamás se ocultan en hospitales por la misma razón. Contra esta escoria humana, reitero, está luchando Israel.

Y en La Vuelta, los manifestantes pro palestinos lo gozan fastidiando la vida a deportistas que llevan un año preparando esta cita, y que nada tienen que ver con el conflicto en Gaza. Les escupen e insultan, cortan la carretera con árboles, les arrojan orina y objetos a su paso, les impiden llegar a meta, los envuelven banderas palestinas, e incluso provocan graves caídas. El espectáculo mundial de la otrora célebre internacionalmente Vuelta a España es lamentable, vergonzoso, propio de un Estado fallido, incapaz de mantener ni los más mínimos criterios de seguridad, seriedad y orden.

El director de la ronda, cobarde cual avestruz, sugiere al equipo Israel Premier Tech que se largue de la Vuelta. Cuantísima indignidad. Y el Gobierno de Sánchez, que nunca dribla la oportunidad de acudir a una mala causa, lejos de garantizar la seguridad de los corredores, alaba a los manifestantes y redobla su discurso antisemita, abriendo además una absurda crisis institucional con Israel, solo para tapar la declaración judicial de su señora, Begoña Gómez, pentaimputada por malversación, corrupción, tráfico de influencias y otras cosillas.

Con Sánchez, la demolición institucional y la depravación moral es total. No se salva ya ni La Vuelta a España.