César Blanco, presidente de la CEO

El hombre de la corbata perenne. Emprendedor nato. Empresario de raza de los que pagan cientos de nóminas a fin de mes, más de 600. Con diversas empresas multisectoriales ubicadas en Ourense, en Galicia y en diferentes puntos de España. En definitiva, un empresario, con empresas, y con cientos de empleados a su cargo. Con una trayectoria empresarial más que consolidada a lo largo de las tres últimas décadas.

De los que te escucha, de los que con una simple mirada a los ojos, siempre de frente, no hace falta añadir ninguna palabra

Y sobre todo amigo, de los de verdad. De los que están cuando un amigo debe estar. De los que te escucha, de los que con una simple mirada a los ojos, siempre de frente, no hace falta añadir ninguna palabra. Y sí, digo amigo, a sabiendas de que mi círculo de amistades verdaderas es más que reducido. Las canas me van dando esa experiencia de a quien considero realmente un amigo, y César está en ese ramillete.

Es una persona prudente, discreto en su vida privada y empresarial. Trabajador incansable, y con un olfato especial para los negocios. Firme defensor y partícipe de las organizaciones empresariales en las que participa activamente en sus órganos de dirección, CEOE, CEPYME, CEG, CEP, CEO... y seguramente me olvide de nombrar algunas más.

Amigo de sus amigos, de muy buen trato, siempre positivo, comercial nato de todas sus empresas, tremendamente humilde, y demasiado generoso en su día a día, y así se lo tengo advertido en diversas ocasiones.

Y sí, he sido objetivo en esta sintetizada descripción de quien es ya el nuevo presidente de la CEO en mi provincia, Ourense. César es tal cual, sin maquillajes ni adornos superfluos, no le hacen falta.

He pertenecido muchos años, (más de un cuarto de siglo), a la CEO y su comité ejecutivo y junta directiva. Hoy me toca estar en otros sitios y en otro ámbito. Pero estoy muy tranquilo, porque sé que la Confederación Empresarial de Ourense está en muy buenas manos y con un excelente gestor al frente.

La CEO es, y debe ser, la casa común de todos los empresarios y empresarias de esta provincia. Sin distinción de número de empleados, facturación, sector o ubicación. Todos y todas son importantes. Así he entendido siempre las organizaciones empresariales a las que he pertenecido, y la que debe ser su filosofía empresarial. Ayudar para que te ayuden, colaborar para pedir colaboración cuando sea necesario. Siempre con la mente abierta para afrontar todos los retos presentes y futuros. Y por supuesto, reivindicativos con nuestros derechos como empresarios ourensanos al igual que también cumplimos con nuestras obligaciones. Todo ello practicando esa autocrítica constructiva que nos permita avanzar correctamente.

Ourense necesita una CEO fuerte, unida, y representativa. Ya tenemos demasiadas debilidades económicas, demográficas y sociales en nuestra provincia como para que ahora afloren iluminados agazapados.

Y mi última reflexión... espero, y deseo, que esas grandes empresas ourensanas, por facturación y número de empleados, esta vez se involucren sin que se lo pida nadie dando un paso adelante. Ya llega “de abondo” haber sufrido la peor ola incendiaria en nuestro Ourense y toda la destrucción ocasionada. El tejido empresarial y económico de Ourense, necesita ahora a todas sus empresas tractoras como punta de lanza de nuestra recuperación y reconstrucción. No hay excusa alguna, y únicamente debe primar el compromiso con nuestra tierra, ¡la que nos vio nacer, y nos da cobijo, Ourense!