Sonia Torre
UN CAFÉ SOLO
Las nostalgias
Don Gonzalo. Basta el nombre para decirlo todo. La marcha ayer en León del que fue padre y precursor del baloncesto, respetado y querido por numerosas generaciones de ourensanos -más incluso de los que aprendimos con él y a su lado-, trascendió ayer a la comunidad salesiana de la que siempre formó parte.
Su imagen abriendo la oficina donde guardaba los trofeos de “sus” equipos con las camisetas de los Bosco de siempre, de antes y ahora, además de los balones, silbatos, aquella vieja fotografia en la que tanto se parecía a Emiliano -leyenda del Madrid de los 60-, las otras de sus chicos -Arturo, Carlitos, Isma...-. Su recuerdo entrando en la cancha del viejo pabellón del colegio casi sin querer que se le viera, su sonrisa permanente, sus lecciones y tutorías, sus recuerdos, los consejos a padres y alumnos y años después a sus hijos; sus largos paseos en el patio y con los que mientras pudo recorría Ourense… Todo en él era cariño por un centro y una ciudad a la que llegaba en el 71 para dos meses y a la que dedicó toda la vida.
Distinguido con el Premio Más Deporte en diciembre de 2008, don Gonzalo era más que el profesor de lengua, latín, griego… que todos en Salesianos querían, mucho más que el mentor de miles de ourensanos que aprendieron a su lado a amar el baloncesto, el tutor respetado que sufría con el alumno cuando las cosas llegaban torcidas; don Gonzalo era eso y más, padre, maestro y ejemplo.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Sonia Torre
UN CAFÉ SOLO
Las nostalgias
Xabier Limia de Gardón
ARTE ET ALIA
Ofelia Cardo exorciza las sombras del pasado
Emilio R. Portabales
TRIBUNA
Pasado, presente e futuro dos Coros Galegos
DIARIO LEGAL
¿Camino público o serventía?
Lo último
Elecciones presidenciales
Kast, el ultraderechista vinculado con el nazismo y la dictadura que promete orden en Chile
QUEN CHO DIXO
¿Sabe usted que Luis Cepeda vuelve a casa por Navidad?