Euforia con cautela en las bolsas

CUENTA DE RESULTADOS

El Ibex, en niveles de hace 18 años, pero claves geoestratégicas invitan a la prudencia. El rally amparado en expectativas de política monetaria tropieza ahora con el fracaso de la cumbre de Trump y Putin.

La diplomacia de Trump provoca incertidumbre en los mercados.
La diplomacia de Trump provoca incertidumbre en los mercados. | EP

El cierre del Ibex 35 en 15.019 puntos el pasado miércoles no fue una simple cifra en la pizarra. Supuso un regreso a un terreno que el selectivo español no pisaba desde enero de 2008, antes de que la crisis financiera global borrara gran parte de su capitalización. Diecisiete años después, el índice recupera una cota simbólica, en un clima de euforia bursátil internacional impulsado por la expectativa de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) adopte en septiembre un giro expansivo en su política monetaria.

El mercado descuenta, casi con fe ciega, una bajada de tipos de 50 puntos básicos el próximo mes, respaldada por las declaraciones del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, y por análisis como el de UBS, que anticipa recortes adicionales hasta 2026.

La banca, que representa nada menos que el 40 % del Ibex, ha sido el motor de este rally, con subidas notables en Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell. Grandes compañías como Iberdrola o Telefónica también han sumado puntos. Sin embargo, 17 valores del índice aún cotizan lejos de sus máximos históricos, lo que abre un potencial alcista de hasta el 20 % en empresas como ACS, Endesa, Ferrovial, Mapfre o Naturgy.

Tuvieron que pasar más de 17 años para recuperar la histórica cota de 2008, en un contexto de clara euforia bursátil internacional

La fortaleza del Ibex coincide con que España, con sus luces y sombras, se ha convertido en locomotora económica de Europa. El turismo, junto con la demanda interna, ha sido un motor clave del crecimiento, disparando el PIB en ocho comunidades autónomas. En paralelo, el llamado “índice del miedo” (VIX) cayó a mínimos desde diciembre, y la rentabilidad de los bonos del Tesoro estadounidense a dos años se redujo al 3,68 %. Un clima de calma que se produjo a pocos días de la reunión entre Donald Trump y Vladimir Putin en Alaska, con la guerra de Ucrania como telón de fondo, pero está por ver qué pasa ahora ante la falta de un acuerdo inmediato. La diplomacia amateur de Trump sirvió para el fin del aislamiento de Putin, sin lograr un alto el fuego en Ucrania. Mal asunto.

Poco antes, este viernes, el Ibex extendió su racha ganadora hasta los 15.277,2 puntos, su nivel más alto desde diciembre de 2007, con diez jornadas consecutivas al alza. Su avance semanal del 3,05 % fue el más brillante entre las grandes bolsas, y el balance del año ya roza un alza del 32 %. El fenómeno no es exclusivo: desde Sídney hasta Tokio, pasando por Londres y Nueva York, los índices batieron récords. El Dow Jones superó los 45.000 puntos, rebasando su anterior máximo histórico.

Sin embargo, la superación de los 15.000 puntos exige memoria. En 2008, este mismo nivel precedió a una corrección severa. El rally actual se apoya en expectativas monetarias que podrían evaporarse si los datos macro en EE UU sorprenden al alza o si la inflación repunta. De hecho, el optimismo que encendieron las ventas minoristas en el pasado mes de julio se enfrió con el inesperado retroceso de la confianza del consumidor medido por la Universidad de Michigan. A ello se sumaron señales inflacionistas, como la subida del 0,4 % en los precios de importación y el repunte del índice de precios a la producción.

Por no hablar del manto de incertidumbre que trae consigo la diplomacia amateur de Trump y el gran riesgo que entraña la guerra comercial iniciada por EE UU debido a sus efectos sobre la inflación y el crecimiento. Lógico que haya cautela en la Plaza de la Lealtad.

Scott Bessent. Secretario del Tesoro

Scott Bessent. Secretario del Tesoro.
Scott Bessent. Secretario del Tesoro. | EP

Esta semana ha redoblado la presión sobre el presidente del Sistema de la Reserva Federal de EE UU, Jerome Powell, para que la Fed baje los tipos. Sugiere que el tipo de referencia del banco central debería reducirse un punto y medio.

David Solomon. CEO de Goldman Sachs

David Solomon.
David Solomon. | EP

Trump ha extendido su batalla contra Jerome Powell a Goldman Sachs y a su presidente, David Solomon. El inquilino de la Casa Blanca cargó contra un informe sobre repercusiones arancelarias coordinado por el economista jefe de este banco.

@J_L_Gomez

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