Filtraciones en el PSOE

Son numerosos los escándalos que afectan al entorno del presidente del Gobierno español y a miembros del Partido Socialista. Lo normal en los medios de comunicación, que cuentan con mejor información que este comentarista, es destacar el hecho del escándalo en si mismo y su potencial de daño sobre el gobierno o la estructura de su partido. El relato de estos escándalos de corrupción ya ha forzado la dimisión, e ingreso en prisión, de dos secretarios de Organización y forzado remodelaciones en el gobierno e imputaciones penales en personas del entorno de Pedro Sánchez. Parece que los efectos buscados por las denuncias periodísticas están dando resultados tangibles en el edificio de poder socialista. Un análisis más profundo, más allá de los por desgracia habituales escándalos nos debe llevar a reflexionar sobre cuales son los orígenes últimos de esas denuncias y si obtienen precisamente los objetivos buscados, esto es acabar con rivales políticos dentro del partido.

No es desconocido por la opinión publica que una parte muy sustancial de las denuncias de escándalos políticos provienen de filtraciones del entorno político, y a veces personal como fruto de rencillas entre socios o divorcios, del señalado en los casos. Sus rivales políticos filtran a los medios de comunicación informaciones sobre conductas presuntamente delictuosas de alguna personas o indican pistas de donde buscarlas y luego los periodistas hacen su trabajo. Estos actuando casi siempre con profesionalidad acostumbran a calibrar bien las filtraciones, y determinar si estas merecen crédito y deben ser publicadas no. Normalmente se filtran a medios de ideología rival, o e salvo que se quiera hacer una detonación controlada de una noticia antes de que salga por otros medios. Sin estas indicaciones es muy difícil para alguien ajeno al mundo de la política saber donde comenzar a buscar información relevante. No es extraño que sea así, pues sólo los próximos acostumbran a conocer este tipo de ilícitos de una persona o conocen a quien puede estar informado de ellos. Las razones para hacerlo pueden ser variadas, desde venganza personal o por incumplir un pacto después de haberlo pagado hasta rivalidad política entre facciones del mismo partido buscando deshacerse de personas a las que se ve como enemigas, al tiempo que se abren opciones para que personas del propio bando accedan a esos puestos de poder. No son infrecuentes este tipo de filtraciones en el momento de elaborar listas electorales o de repartir ministerios o otros cargos.

Las declaraciones de los encarcelados y de su entorno familiar parecen apuntar a esta dirección, pero pronto acabaremos sabiéndolo, y más si Sánchez prolonga hasta el final la legislatura

El hecho de que las filtraciones en el caso del actual gobierno sean tantas y sobre tantos asuntos no parecen reflejar un mero despecho personal, o un conflicto puntual sino una guerra más o menos abierta entre grupos dentro del partido. Por ejemplo, y citando informaciones publicadas que pueden ser o no ciertas, se podría creer que las primeras informaciones contra el ministro Ábalos pudiesen salir del Ministerio de Defensa, dado que parece que este pretendía ocupar ese ministerio, o las filtraciones contra el sr. Salazar partísen de venganzas internas, pero un sumistro tan constante de informaciones como se está dando en los últimos meses sólo puede venir de una suerte de “guerra” entre grupos dentro del propio partido. Muy probablemente como un combate entre los ascendidos al poder con la llegada de Sánchez y la vieja guardia que antes dominaba el partido y que ahora parece haber recobrado su antigua ascendencia. Las declaraciones de los encarcelados y de su entorno familiar parecen apuntar a esta dirección, pero pronto acabaremos sabiéndolo, y más si Sánchez prolonga hasta el final la legislatura. El mero hecho de que se den dice mucho ya.