Los incendios no se apagan

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Publicado: 17 ago 2025 - 03:10

Opinión en La Región
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Los incendios forestales que afectan al noroeste de España no solo no se han apagado en las últimas horas sino que han adquirido características más virulentas en algunos casos, y en las provincias de Zamora y Ourense se han desarrollado los más pavorosos de la historia de nuestro país en los últimos tiempos. Y simultáneamente arde el estéril enfrentamiento político entre el PP y el Gobierno con un silencio moderado de las comunidades autónomas, que son las responsables primeras de las luchas contra el fuego.

Aumentan las detenciones de personas que por incendiarias o negligentes han causado algunos de los incendios más graves de los últimos años, con afectación a sectores importantes de la economía nacional como el transporte y el turismo en unas fechas clave. Dada la situación actual, tanto climatológica como política, la principal esperanza para acabar con los fuegos, además de la profesionalidad de los encargados de su extinción y la buena disposición de los voluntarios que han de ponerse a disposición de los centros de mando cuando aparecen por las zonas incendiadas, es el cambio del tiempo para favorecer su extinción y evitar su propagación y proliferación.

El incendio que no se apaga es el del enfrentamiento político cuando menos se necesita, la utilización de datos que no responden a la verdad y la nula voluntad de llegar a acuerdos. Ante circunstancias extraordinarias, los principales responsables políticos encargados de organizar su extinción han vuelto a actuar como suelen hacerlo: en primer lugar, como es lógico, tratar de sofocarlos por sus propios medios dado que tienen las competencias exclusivas para ello; cuando se ven desbordados tardar en reconocerlo y, por último, acusar al Gobierno central de no haber acudido en su ayuda aunque ellos no lo hayan solicitado. Y si lo hacen es en voz muy baja para no reconocer que las circunstancias les han sobrepasado. Una vez más desde el Ejecutivo se ha hecho llegar a las comunidades autónomas que hay medios a su disposición cuando los soliciten porque son ellas las que saben de sus necesidades. O a lo mejor es necesaria y la recentralización de algunas competencias, de lo que no quieren oír ni hablar.

El incendio que no se apaga es el del enfrentamiento político cuando menos se necesita, la utilización de datos que no responden a la verdad y la nula voluntad de llegar a acuerdos. Ante circunstancias extraordinarias, los principales responsables políticos encargados de organizar su extinción han vuelto a actuar como suelen hacerlo

En un ambiente tan crispado como el que vive la política nacional, de la guerra de tuits de un primer momento se ha pasado a acusaciones mucho más graves que el PP ha relacionado con la debilidad del Gobierno y la falta de Presupuestos. Si se pasa por alto que las comunidades autónomas en las que se han producido los principales incendios -Galicía, Castilla y León y Extremadura- tampoco se han caracterizado por realizar una gran inversión en prevención y en el mantenimiento y profesionalización de las plantilla que han de ser la avanzadilla en la lucha contra el fuego, los dirigentes del PP han volcado las responsabilidad sobre el Ejecutivo central y no han dudado en manipular la cifra de los medios aéreos a disposición de las comunidades autónomas, o en afear la tardanza del Gobierno en solicitar ayuda a la UE cuando ellos ni la han solicitado formalmente, más allá de la activación de la UME, que ya actúa casi de oficio.

A los afectados por los incendios las peleas competenciales se las traen al pairo. Pero no es menos cierto que son el primer recurso contra el fuego y siempre ha sido así -antes repicaban las campanas de la iglesia y se movilizaba todo el pueblo-, cuando el medio rural no estaba despoblado.

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