Opinión

UNA PENA DE EMBARGO

Hay que ver de qué manera se tira por tierra lo que otro puso en pie! Bueno, tirar no se tira pero a puntito de embargarse sí parece estar Naturbier (cervecería que montó un ourensano en la madrileña plaza Santa Ana), a tenor de la información enviada a la Audiencia Nacional que investiga la demanda presentada por presunta estafa de inversores en pagarés emitidos por sociedades de Nueva Rumasa y donde consta como un activo de la familia esta gran cervecería. Levantando este singular negocio que fabrica in situ la cerveza que se bebe en el local, haciendo primero destierre en el sótano para dejar a la vista insinuantes cuevas y pasadizos que llevaban a antiguo convento de Carmelitas Descalzas, recuerdo ver al ourensano Jaime Tejada, recién rebotado de su derrota política con ADEI en Ourense, codo con codo con Ussía (hermano del famoso Alfonso), muy preocupados en aquellos momentos de la obra porque la casa con tanto destierre casi se desploma. A continuación fue un periplo de licencias y permisos las que hicieron sudar lo suyo a Jaime, hasta que, al fin, el negocio comenzó a producir lo suyo, o sea 'dabuti', con maestro cervecero alemán y un encargado hostelero ourensano llamado Amaro al frente. Recuerdo la ilusión de Jaime hijo, ya fallecido, por este local del que parecía tirarle la sangre del padre conjuntamente a todo lo alemán, y quien, por cierto, no las tenía todas consigo con los que a un panal de rica miel, ya saben, mil moscas acudieron, porque hubo moscas que enturbiaron la cerveza de aquel lugar; hasta el punto de ahora, en que los recuerdos se acumulan por noticia de ver como se degrada de manos a manos la hermosa propiedad entre pagarés emitidos, engaños y presuntas estafas; pero, como los golfos son rápidos de reflejos puede que lo que piense algún empleado actual sea cierto, que estos 560 metros cuadrados que quiere embargar la Audiencia Nacional ya hayan cambiado de dueños. En fin, como el gran teatro de la vida del vecino en misma plaza Calderón de la Barca, verdadera pena, con o sin embargo.




Margarita y su perro


Se fue su compañero del alma, Blas. Aún, cuando lo recuerda, le saltan las lágrimas. Y eso que ya tiene otro saltarín y jovencito que le alegra algo la vida, Charli, pero que tiene que aprender tanto como el primero, compañero del alma. Mi homenaje particular al perro que daba gusto verlo esperando a su ama a la puerta de un café, bien tranquilo, bien sereno, un perro más cívico que demasiados humanos, y no vuelvo la vista hacia el fútbol de Egipto. Ánimo Margarita.




Las visitas


El otro día hablé del tema con alguien. Sobre las visitas que se manejan por parte de todo quisque para justificar la importancia del lugar que se visita. Por ejemplo, leí declaraciones del actual conselleiro de cultura, Jesús Vázquez (digo públicamente que le tengo aprecio personal, entre otras cosas porque no advertí ninguna diferencia en el trato del antes y después de su importante cargo, y esto ya es algo saludable en un vivir de trepillas que se suben a la parra aún sin hoja que les tape la mínima vergüenza), las visitas realizadas en el año pasado a la infausta Cidade da Cultura en Compostela. Leo también que la Casa dos Poetas informa de 5.850 visitantes en 2011, de los que -también informa- la mitad son escolares. Y hace unos días fue la intención declarada del Ayuntamiento de Ourense (me imagino que con intención de contrarrestar publicitariamente algo la desfeita económica para la ciudad de su actuación en el Parque de Montealegre), de hacer pasar por este monte a los escolares ourensanos. Todo ello, y otras estadísticas más que ahora no recuerdo, me hizo pensar en la utilización, con o sin intención, que se hace de los niños para cómputos socio político culturales. Y ya está bien de manejar a jubilados y pequeños para inflar cifras que justifiquen las asistencias a lugares públicos 'mantenidos' por todos. Quiero pedir que dejen a los niños en paz; o sea, ¡los niños a jugar, o a estudiar en los colegios! Cualquier actividad fuera de esto, por favor, que sea extraescolar y voluntaria, y en ningún caso se utilicen como cifras.




Pedro Aguado


Así como suena, sin la G de singular punto o g de García, me estaría refiriendo al ourensano Pedro Aguado, hermano del inolvidable Mariano (hijos de Celsa Porto), pero es a otro hermano, Hermano Mayor de programa de televisión a quien quiero saludar hoy desde aquí hoy, que está en el Foro La Región, por haberlo tenido en una casa cercana hace poco tiempo grabando un?; bueno, mejor me callo, no vaya a sentir alguien que traiciono alguna sorpresa de la Cuatro.

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