Multar, esa era la receta esperada

PERDÓN POR LA MOLESTIA

Publicado: 21 sep 2025 - 06:10

Multar, esa receta esperada
Multar, esa receta esperada

Na fonte de San Cosme bebemos a morro uns grandes grolos de auga da pía, que nos fixo baleirar de alí a pouco todo canto tiñamos dentro". Un paseo casual me sitúa en este punto del casco histórico. En una de sus fachadas un azulejo con esta leyenda recuerda que andamos por la ruta de A Esmorga, de Eduardo Blanco Amor, siguiendo los pasos de Xanciño, Bocas y Milhomes.

El Ourense que huyó de sí mismo lo hizo dejando atrás su historia. La zona antigua de la ciudad está quedando para arqueólogos y estertores de la noche. La vida son dos copas, reza una pintada muy cerca de la escalinata de la plaza de la Estrella, ese sitio donde las lechuzas se posan en el alféizar de las ventanas para ver cómo la gente mea, que es para lo que la mayoría se ha citado allí. Por todo el casco histórico pasan una especie de topos que salen a la superficie a hacer una pintada, emborronar con su firma y se esconden rápidamente, haciéndose los clandestinos, como si su arte fuese liberador. Si al menos hiciesen de la zona un Montmartre, pero parece que su propósito es convertir todo aquello en un poblado de favelas. La iniciativa privada se ha quedado sola con la responsabilidad colonizadora. Son los que le lavan la cara a los zánganos municipales. En el Concello llevan tres años para aprobar el planeamiento para el casco histórico (el PEPOU) pero ni eso han sido capaces de resolver. La piqueta de la desidia es lenta pero letal. Interpretan en la sede municipal que una de las urgencias en la zona es poner cámaras para multar a los coches no autorizados. La trompetería situó en el martes 16 el cambio del signo de los tiempos gracias a esta medida, también prometida tiempo ha. Los primeros días han sido ejemplo de desorganización, con funcionarios con competencias en el asunto sin saber cómo asestarían el palo a los infractores, pese a que en casa Jácome se salivaba esperando por los dineros de las primeras sanciones. Quedarán a salvo de multa las previsibles brigadas de limpieza del casco histórico para el zafarrancho, las hordas de colonizadores convocados por las innovadoras políticas públicas municipales, el contingente de historiadores atraídos por la transmisión del conocimiento que del lugar hace el Concello, el tropel de arquitectos que estudiarán in situ las apuestas de rehabilitación o la tribu de inversores llamados por la potencia comercial de la zona. Esas son las apuestas municipales que se pueden testar en cualquier calle del casco histórico. Como han conseguido que sea la joya de la corona, parece lógico que un paso más sea multar al que se cuele. Mientras tanto, sigamos el placentero paseo por la ruta de A Esmorga: "Logo fomos a dar á Fonte do Rei, onde mexamos na pía, con licencia de vostede".

Evidencias de un filósofo en la plaza

Donde no hay derecho no hay seguridad, donde no hay seguridad no hay inversión, donde no hay inversión no hay nada". El filósofo y escarmentado comunista Antonio Escohotado hablaba así de pobreza y de súbditos cuando las personas no son libres. Algunos asuntos del Concello, una vez más, se han visto en los juzgados. Les ahorro el farragoso (pero esclarecedor) procedimiento por el cual los empresarios de la plaza de abastos defienden sus derechos en los juzgados porque el alcalde quiere desahuciarles. No caeré en la trampa de anticipar de qué lado inclinará la balanza el juez, es mejor que la moneda caiga. Esto parece un despropósito municipal más que sumar a otras pifias cometidas con la reforma del mercado desde 1993 hasta hoy. Los placeros no son culpables del ejército de mediocres que han metido y meten las manos en el asunto, pero les padecen. Se han visto más fotos del grupo de gobierno entrando y saliendo de los juzgados por este y otros asuntos que frecuentando despachos oficiales fajándose con los problemas y proyectos de la ciudad. Los placeros reclaman sus derechos, son adjudicatarios, no súbditos. Recuerdan que donde no hay derecho no hay seguridad, donde no hay seguridad no hay inversión y donde no hay inversión no hay nada. Y no son filósofos. Las sociedades ricas no son las que tienen petróleo, son las que tienen derechos. También lo dijo Escohotado.

De vez en cuando no hay vulgaridad

Se fue Robert Redford. Las estrellas cambian de firmamento pero siguen brillando en el otro. El mundo entero se ha rendido a su encanto y a su forma de llenar la pantalla aún en silencio. Concitó elogios como se les tiene prohibido a los vivos. Se fue. "¿Adónde vas?", le preguntaban a Jeremías Johnson, uno de sus personajes. "Al mismo sitio que tú", respondió. Dejó su vida corpórea estos días en los que el cine le pierde pero cuando el cine viene a Ourense, cuyo festival nació en la década de los 90 casi mirando por el rabillo del ojo al Sundance Festival, en el que tanto cariño puso el propio Robert Redford, que ya en 1981 creó un instituto para promover los valores del cine independiente. Ourense se prepara para unas jornadas en las que el séptimo arte se reencuentra con una tierra que sigue luchando a brazo partido para que su festival sea mejor cada año. Hay momentos en el que Ourense quiere gustarse, perder la vulgaridad que le atolda, sobre todo por algunos de los que programan actividades y viven desprogramados. El nombre de Ourense se asociaba (aún) a la creatividad de Adolfo Domínguez y Roberto Verino en la Semana de la Moda de Madrid y el jueves mismo la Xunta propuso que el 2026 sea el año de Don Ramón Otero Pedrayo, coincidiendo con el 50 aniversario de su muerte. Ya lo compuso Serrat: "De vez en cuando la vida afina con el pincel y se nos eriza la piel".

Mira tú | Originales hasta en la semana de la movilidad

Originales hasta en la semana de la movilidad
Originales hasta en la semana de la movilidad | Xesús Fariñas

Mira tú la forma en la que se ha celebrado la Semana de la Movilidad en la capital, de nuevo innovadora, gracias a la eficacia de los gestores municipales. Mira tú como en la mayoría de las ciudades se han organizado diversas actividades, se ha promovido el uso de la bicicleta, se ha presumido carriles bici, de rutas de paseo descubriendo cada rincón de las ciudades, se ha involucrado a la comunidad docente para que sea también una actividad formativa y lúdica, se ha fomentado la educación y el respeto vial, se ha reflexionado sobre la necesidad de eliminar las barreras de accesibilidad, se ha motivado a la población con referencias a la salud gracias a la reducción de la movilidad contaminante. Mira tú como en la ciudad de Ourense también se ha celebrado la Semana Europea de la Movilidad con métodos disruptivos: sembrando el caos y volviendo tarumba a los usuarios del autobús, que sufrieron el capricho del cambio de rutas. Mira tú.

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