El nombre trisílabo

Publicado: 28 jul 2025 - 04:10

Opinión en La Región | La Región
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Cuando me hice con Atticus, mi chihuahua, hace siete años, un día siendo él un cachorrito me encontré con una amiga y se lo presenté, y le dije que se llamaba Atticus.

Yo le había puesto ese nombre cuando me lo traje a casa recién destetado y era solo una bolita de pelos, porque antes yo había estado haciendo listas de nombres posibles o imposibles y al final elegí ese, Atticus. El protagonista, Atticus Finch, de una de mis novelas favoritas “Matar a un ruiseñor”.

Por supuesto que no elegí ponerle ese nombre por nada que tuviera que ver con el carácter del personaje de la novela, aunque puede que algo sí, tal vez, sino simplemente por su sonoridad y originalidad un poco musical. Hoy si usted se pasea por mi barrio y le pregunta a la gente al azar quién es Atticus, todo el mundo lo conoce.

Me costó bastante entender porqué mi amiga pensaba que un nombre trisílabo no era adecuado para un perro. Según ella los perros tenían que tener nombres bisílabos como Tony, Terry, Toby o Trosky; o monosílabos como Rex, Jack, Ton, o Pit. Pero nunca nombres trisílabos ni polisílabos.

El caso es que mi amiga cuando le dije el nombre del perro saltó como un resorte explosivo al que hubieran prendido fuego: “Pero, pero, Víctor, ¿cómo se te ocurre ponerle un nombre trisílabo? ¿Estás loco o qué?” Entretanto Atticus dormitaba tranquilamente a mis pies, ajeno a todo aquello.

Me costó bastante entender porqué mi amiga pensaba que un nombre trisílabo no era adecuado para un perro. Según ella los perros tenían que tener nombres bisílabos como Tony, Terry, Toby o Trosky; o monosílabos como Rex, Jack, Ton, o Pit. Pero nunca nombres trisílabos ni polisílabos.

Mientras escuchaba con atención sus muy razonados argumentos yo no podía dejar de pensar que su hija pequeña que estaba jugando por allí muy cerca de nosotros y que además enseguida se enrolló con Atticus, se llamaba y se llama aun hoy A-le- jan-dra. Un nombre precioso que nos remite a la antigüedad clásica solo con oírlo. Y yo no acababa de entender porqué el nombre de Atticus no era correcto por ser trisílabo.

En el ascensor de mi casa cuando subo con más vecinos Atticus, que va suelto, se pega siempre a la puerta del ascensor olfateando como una ratita porque quiere salir cuanto antes. Al llegar a un piso que no es el nuestro (vivo en un sexto) yo le digo: “Atticus, este no es tu piso, sal de ahí y vete a la esquina”. Y el lo hace cariacontecido y se refugia en una esquina del ascensor a la espera de que le toque salir para su casa. Pues esa frase “Atticus, este no es tu piso…” etc., tiene ¡veintidós sílabas!, y él la capta a la primera y se va a la esquina, lo 2 que es motivo de asombro para los vecinos que siempre dicen: este perro es educadísimo. Pero no es así. No es que sea educadísimo.

Contrariamente a lo que pensaba mi amiga de que los perros solo entienden bisílabos, yo creo que Atticus habla en pentadecasílabos, como un Góngora pequeñito y juguetón tocado por la mano de Dios y por las musas.

Eso creo.

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