Persecución a cristianos

Los cadáveres de 70 personas fueron hallados decapitados y atados en una iglesia evangelista en la localidad de Kasanga, en la provincia de Kivu del Norte (República Democrática del Congo), el 16 de febrero de 2025. Las víctimas fueron secuestradas la madrugada del jueves 13 de febrero, hombres armados llegaron a la aldea de Mayba, en el territorio de Lubero, exigiendo a los habitantes que salieran de sus hogares en silencio. Alrededor de 20 cristianos fueron secuestrados en ese momento. Más tarde, cuando la comunidad intentó organizar un rescate, los atacantes regresaron y capturaron a otras 50 personas en un ataque perpetrado por el grupo militar Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), vinculado al Estado Islámico. No obstante, la autoría de la matanza no ha sido reivindicada por ninguna organización, los datos fueron dados el 19/02/2025 por la revista Vida Nueva. Semejante asesinato en masa no abrió ningún informativo, ni fue primera página de los periódicos tradicionales y digitales. Las mismas fuerzas mataron a 49 cristianos en agosto de 2024.

En África 4.476 cristianos fueron asesinados entre octubre de 2023 y septiembre de 2024. La persecución se ha intensificado especialmente en el África Subsahariana, donde 16 millones de cristianos se han visto obligados a desplazarse. Se registraron 28.368 ataques a hogares, tiendas y negocios cristianos.

Se estima que entre 300.000 y 500.000 cristianos viven en condiciones extremas en Corea del Norte. Otros países con niveles de persecución calificados como “extremos” incluyen a Somalia, Yemen, Libia, Sudán, Eritrea, Nigeria, Pakistán, Irán, Afganistán, India, Arabia Saudí y Myanmar. En Nicaragua la represión religiosa del gobierno de Ortega se ha vuelto más explícita. En febrero de 2023, al obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, firme defensor de las libertades cívicas, se le quitó la ciudadanía y fue sentenciado a 26 años de prisión.

Más de 365 millones de cristianos sufren altos niveles de persecución y discriminación. Según la Lista Mundial de la Persecución de 2024, realizada por la organización cristiana evangélica Puertas Abiertas

Antonio Aurelio (presidente de Solidaridad Internacional Trinitaria): “El mayor peso para los cristianos perseguidos es sentirse olvidados por sus hermanos en la fe”.