Jacinto Seara
Feliz Navidad
El pasado sábado siete de junio dimos el pistoletazo de salida, desde la estación de Ourense, al Tren Turístico Ribeira Sacra-Sil, que año tras año y desde el 2013 es el más ocupado y exitoso de los trenes turísticos que salen de Ourense; tras dos años de ausencia por los trabajos en las vías del ferrocarril en el trayecto por el que discurre. Esta primera expedición de personas ávidas de descubrir nuestro patrimonio, naturaleza enogastronomía, y lugares recónditos, que de otra manera les sería bastante difícil… hicieron caso al slogan “Esquécete do coche e goza (vive) Galicia”. El tren como medio para un turismo de calidad, seguro, sostenible y desestacionalizado.
“Alea iacta est”, para escarnio de toda una comarca. Porque no sólo de turismo y ocio vive el ser humano. Tiene otras necesidades, como desplazarse para trabajar, visitar, relacionarse; también conocer nuevos lugares viviendo en cualquier parte. ¡Y qué mejor medio que el Tren y el Tren de Alta Velocidad! Y en los momentos en que los políticos, con responsabilidad en la materia y que marcan política a seguir, afrontan el Reto Demográfico y para tal objetivo crearon un Ministerio, con el fin específico de apoyar al rural bajo la premisa de la sostenibilidad y contra la despoblación, reniegan y rehúsan de la apuesta. Hace cuatro años se estrenaba la Estación Portas de Galicia de A Gudiña y hoy se le recortan sus servicios, dejan de parar los trenes en A Gudiña. Se pierde la equidad en la accesibilidad a los servicios. A no ser que para este Gobierno progresista la disminución de oportunidades para las personas del rural sea progresismo.
Estamos ante otra desgraciada desgracia interesadamente de política partidista, una reestructuración sociológicamente inequitativa; esta sí que es “unha navallada”, sobre todo al medio rural de la provincia
Por lo expuesto no es extraño que, el lunes nueve, La Región saque el titular de una mala nueva, que ya se venía barruntando días atrás y a más de uno, entre los que me incluyo, le hace acelerar el peristaltismo intestinal y destilar bilis de rabia; ello obedece a que Renfe anuncia y La Región con razón le dedica el titular: “Renfe farda del tijeretazo en A Gudiña, acogida excepcional”. ¡Abominable! Lo que da lugar a la reacción de Neme al recordar el “mexan por nós e din que chove”. Estamos ante otra desgraciada desgracia interesadamente de política partidista, una reestructuración sociológicamente inequitativa; esta sí que es “unha navallada”, sobre todo al medio rural de la provincia. “Navallada” que pronunciaron los mismos que, hoy en Madrid, están más interesados en no molestar al Gobierno que sostienen, que en abrir la boca contra el recorte. Y mientras Renfe ya saca pecho de la atrevida por interesada medida, ofreciendo bondades públicas con cifras, ¡antes de poner en marcha la referida reestructuración!, como el aumento de viajes y de venta de billetes, precios más asequibles… al estilo de reacción con la furia del converso, farda de tijeretazo.
Resulta entendible, abrazando la normalidad, que A Gudiña no baje los brazos. Aplaudir que regidores de tres comarcas de Ourense, Portugal y Zamora, se reúnan para marcar líneas de actuación desde sus alcaldías. Plataformas para plantar cara a la supresión de paradas, demandas de colectivos, tanto de Ourense como de Zamora, dos provincias ciertamente etiquetadas de la España vacía, vaciada o despoblada -que ni en esto nos ponemos de acuerdo-. Personas, gente de lo común de las zonas más directamente afectadas, exponen, explican y señalan cómo les afecta la pérdida del servicio, sus inconvenientes y replantearse vivir en el rural. Además, con esta medida reestructurante, los beneficiados son Vigo y Coruña. Y se nos llena la boca de que toca potenciar el rural. ¡Cuánta hipocresía!
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