Tres horas de pala

El domingo había alerta por calor hasta en O Vicedo y pocas veces el sol se olvida la rebeca en A Mariña lucense. Ardía la provincia de Ourense por Chandrexa de Queixa, Verín y Maceda. En el Bierzo el fuego llegó hasta Las Médulas, segundo patrimonio de la humanidad afectado en horas tras el incendio en la mezquita de Córboba. En A Coruña se temió por el parque Natural das Fragas do Eume. Sólo se quemaron cinco hectáreas del bosque atlántico mejor conservado de Europa por la premura del operativo de extinción y el viento en calma. En 2012 ardieron 750 hectáreas de un ecosistema único de 9.125.

De regreso de la andaina, un cativo había terminado el agujero de metro y medio de largo y medio metro de profundidad que estaba marcando en la arena tres horas de pala antes

El cornetín de órdenes de las andainas escarbó en los partes meteorológicos de una Galicia en llamas, como el resto del Estado, y encontró entre la playa de Razo y la laguna de Baldaio arena por la que patear seis kilómetros a 24 grados, con el potente oleaje que atrapa a los surfistas refrescando los pinreles en caso de sofoco. A los frioleros del grupo no le sobró la camiseta hasta el mediodía.

De regreso de la andaina, un cativo había terminado el agujero de metro y medio de largo y medio metro de profundidad que estaba marcando en la arena tres horas de pala antes. El padre, metro noventa y brazos de estiba, lo contemplaba con gesto de aprobación mientras la madre grababa las paladas finales con la cámara del teléfono sin decir nada. El chaval se tumbó a examinar la calidad del acabado y la consistencia de la arena apelmazada. Trinchera en Ucrania o tumba en Gaza, fue la analogía que pasó por la cabeza y comentaron después los que contemplaban la obra, en silencio como la familia, pero por no saber qué decir. Sólo se oía el alarido de las olas al desnucarse contra la orilla y el silbato de los socorristas. “Son holandeses” aclaró el “where you from” del cornetín de órdenes alertado por la contención en los gestos tras un curro de paleta profesional.

Tienen que flipar con nuestro volumen. “Yo nunca le hice caso a mi madre pero me largué de casa”, se escuchó con claridad a los pocos segundos como una mujer reprendía a su hija adolescente. Cuenta con un 73,6% de probabilidades de tenerla en casa hasta los 30 años, según un estudio de UGT. “O cativo xa estaría cos cimentos”, bromearo