Francisco Lorenzo Amil
TRIBUNA
Lotería y Navidad... como antaño
E n muchas ocasiones la resolución de un caso, léasase un homicidio o un asesinato, parece evidente para quien opina desde fuera. Los indicios y el aparente móvil nos conducen de manera irrefutable hacia una determinada persona. Por eso, para la sociedad, para esos espectadores que contemplan a través de los medios una realidad en entregas semanales, la justicia se equivoca; resulta ineficaz cuando no llega a la misma conclusión que ellos han obtenido.
A veces, reconozco que incluso el juez al instruir un asunto de esta naturaleza llega a visionar, a formarse una convicción subjetiva, de quién es el asesino.
¿Basta sólo con este convencimiento subjetivo para condenar a una persona? Nuestro sistema penal requiere la presencia de un conjunto de pruebas, solidas y contundentes, para poder acreditar que realmente el asesinato fue cometido por esa persona.
Personalmente, soy un firme defensor de un sistema tan garantista como este. La verdad no es tal sino se puede explicar con un relato coherente, con un móvil y con múltiples indicios que desde la contradicción de la defensa expliquen quién lo ha hecho y por qué.
La película 'Un lugar en el Sol', de George Stevens, nos permite mostrar lo difícil que es juzgar. George Eastman (Montgomery Clift), un joven sin recursos, consigue un trabajo gracias a un pariente lejano, el rico industrial Charles Eastman. Aun siendo parientes, Eastman le asigna a George un modesto trabajo en su fábrica y le impide la entrada en su círculo social. A pesar de ello, el joven conoce a Ángela Vickens (Elizabeth Taylor), una bellísima aristócrata de la que se enamora. Pero George tiene novia, una humilde empleada de la fábrica que se encuentra embarazada. Esta le exige contraer matrimonio o destapara el escándalo. George decide matarla, la conduce a una alejada zona de lagos y alquila un barco de paseo con nombre falso. Transcurren las horas y no se atreve a matarla. Ella se inquieta. No sabe nadar. Se pone de pie en el barco, quiere volver a tierra, y este se mueve peligrosamente. Y la pantalla se queda en negro
Él sale del agua y ella se ahogó. ¿Usted lo condenaría? Valore los indicios, el móvil, y dígame si sabe la verdad de lo que allí ocurrió.
La justicia se enfrenta a casos como este en múltiples ocasiones.
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