Xunta y Plan Europeo contra el Edadismo

Es motivo de satisfacción el significativo avance en las perspectivas para ofrecer más calidad de vida a las personas con más años. Que la Xunta de Galicia lance el primer “Plan de Europa contra el Edadismo” supone, lo que se dice, interesarse por el bienestar de todas las personas, por la gente sin límite de edad. Observo que esta estrategia contra el edadismo, como iniciativa ¡pionera! en la UE para combatir y acabar con los estigmas vinculados a la edad, en alianza con la Universidad de Vigo, es no sólo apuntarse un tanto contra la discriminación y marginación de las personas por razón de edad –cada vez son más- sino que estamos avanzando en una estrategia por su salud.

No es novedoso este tema en mis comentarios en esta sección. En octubre de 2022 escribí “El Edadismo como iniciativa”, donde me congratulaba del alumbramiento de una iniciativa pionera, en referencia a la noticia “nace la Cátedra de Edadismo” en España. La Universidad de Vigo ponía en marcha esta iniciativa bajo el lema “Nacido para Desaparecer”, término acuñado por Robert Butler en la década de los 60 para referirse a estereotipos y prejuicios existentes relacionados con la edad. Y no puedo omitir la entrevista, que hace un año leí a Xaime Calviño -profesor universitario jubilado de la USC, músico, etc.-, que con setenta y dos años decía “no saber lo que quiere ser de mayor”. Ahora su ocupación es dedicarse a activista outsider intergeneracional, es autor del libro “El último concierto” e implicado con este Plan de la Xunta.

Actualmente, la OMS define como Edadismo los estereotipos, prejuicios y discriminación contra las personas por su edad. La discriminación por edad tiene efectos negativos en la salud física y mental de los mayores, aumentando el riesgo de depresión y reduciendo esperanza de vida. Por tal motivo, debido a la situación en Europa, España y Galicia, es plena actualidad y, además, empeorando la situación, ya que según la Fundación Addeco casi la mitad de las personas que están trabajando o lo buscan en España: Un 48% tienen 45 años o más, cuando hace una década era el 36%. Con esta tendencia, en 2030, supondrán el 60% de la población activa. No hay duda sobre la necesidad de la Cátedra y del acierto de la Xunta.

Por lo descripto, consolidar la lucha contra la discriminación por razón de edad para hacernos conscientes de su existencia y, a partir de ahí, paliarla y hacerla desaparecer, la aplaudo. Entender que el envejecimiento como etapa de la vida, contrarrestar los conceptos negativos y estereotipados, con la participación de los mayores en la toma de decisiones, etc., es hacer frente al Edadismo. Debe ser así, ya que estamos ante un problema de salud pública por la discriminación por edad que ocasiona. La edad no debe ser factor determinante en las decisiones. Toca, y se está llevando a cabo, buscar iniciativas para combatir esta discriminación y, consiguientemente, fomentar una sociedad más inclusiva, en la que el envejecimiento sea considerado una etapa valiosa de la vida.

Acierto pues, que la Xunta y la Cátedra de Edadismo de la Universidad de Vigo hayan perfilado las líneas maestras de la estrategia a seguir y con fondos económicos autonómicos para ponerla en marcha; y que se hable ya de actuaciones concretas y de crear una Comisión Autonómica contra el Edadismo, que revisará las políticas públicas y la legislación para detectar y proponer soluciones. No obviemos en todo este contexto la importancia de las relaciones intergeneracionales. Si envejecer es un éxito social, extremamos los cuidados de la persona joven, no la podemos abandonar cuando es mayor. Como bien dijo el presidente de la Xunta: “No tiene sentido marginar a gente en plenas capacidades”. En una población envejecida como la gallega el asunto es de relevancia e interés general.