Ni están los avances en la gestión de Jácome ni se les espera

Las principales concesiones administrativas y grandes contratos que el Concello de Ourense delega en empresas para prestar algunos de los servicios a la ciudadanía empezaron a caducar hace 10 años de forma progresiva, hasta conseguir que todas se hayan acabado prestando sin un contrato en vigor, fruto de la incapacidad del gobierno de Jácome, que tras seis años en el poder no ha podido reflotar ninguna de ellas. 

Actualmente, hay ocho grandes concesiones caducadas y así seguirá la ciudad, al menos, hasta 2026. El último en entrar en precario fue el servicio de ayuda a domicilio, que caducó el pasado mes de noviembre. 

Esta situación está causando severos contratiempos a las arcas públicas municipales y continuos rifirrafes con las empresas, que reclaman partidas pendientes -los contratos vencieron- por los incrementos de los precios. 

Más de 60 millones

De hecho, el propio alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, reconocía recientemente que el Concello de Ourense adeuda alrededor de 60 millones de euros a concesionarias por servicios suministrados en precario durante los últimos años que no han sido pagados al no haberse actualizado los precios de dichas concesiones, de los cuales 10 millones, según lo estimado por los partidos de la oposición, se corresponderían con intereses generados por la inacción del actual gobierno local, que sigue con las concesiones caducadas.

Detrás del bus urbano, la concesión más longeva en precario, ya que está en esta situación desde mayo de 2015, y cuya primera licitación ha fracasado, hay una larga lista de concesiones caducadas. La otra más veterana es la de las instalaciones semafóricas, desde 2016. Las últimas en caer, las del suministro de energía eléctrica y la limpieza viaria y basuras, ambas en 2022, y el servicio de ayuda a domicilio, en noviembre de 2024 y la única que ahora mismo está en concurso, que se podría resolver en próximas semanas. 

La única ciudad gallega sin presupuestos en el último lustro sigue condenada a tener servicios precarios

El contrato de regulación de aparcamiento en la zona azul y la recogida de vehículos con la grúa venció en 2016. Pese a que Jácome llegó a decir en 2020, primero, y 2024, después, que lo suspendería, el servicio arrancó 2025 en las mismas condiciones, totalmente obsoleto y deficitario.

Otro problema tiene el Concello en el servicio de abastecimiento y saneamiento de agua, sin contrato en vigor desde 2018. Es la concesión más veterana del Concello, ya que data de 1993, pero lleva ya siete años gestionada en precario. 

Hay un estudio de viabilidad ya aprobado que recoge que en cuanto se apruebe, el Concello deberá subir la tasa municipal del agua un 100% para hacer frente al servicio. 

Hoy, toda esta subida se la está comiendo el Concello, generando una deuda multimillonaria, como en el resto de servicios en precario. 

También llama la atención el problema para actualizar el contrato de mantenimiento semafórico, caducado desde 2015, y este mes de noviembre decae el de ayuda a domicilio, que ya ha salido a concurso, pero no será adjudicado hasta el año que viene. De momento, se han presentado seis empresas, pero no se ha empezado siquiera la fase de evaluación. Sigue en precario el multimillonario contrato de la luz eléctrica de todo el municipio. Este último está en espera de salir a concurso por 50 millones a 10 años.