Cándido, psicólogo en Ourense, se jubila: “Rompimos una lanza contra el servilismo de la profesión”

DECIDIÓ SER PSICÓLOGO POR EL AZAR

Tras un largo camino cuidando la salud mental de sus pacientes, en psicólogo Cándido Amorín se jubila en Ourense

Cándido Amorín, psicólogo clínico
Cándido Amorín, psicólogo clínico | La Región

Fue “cosa del azar” lo que llevó a Cándido Amorín a decantarse por una rama sanitaria y no por la Filología Francesa que -por error- pensó que se impartía en la calle del Concejo. La falta de una idea concreta alimentó el cariño por una profesión que rápidamente hizo suya y que lo llevó a despedirse ayer de su labor como psicólogo del Hospital de Día de Salud Mental

Pionero en más de un proyecto, fue el primero en montar un módulo libre de drogas en una prisión gallega; y fue también uno de los participantes en los huertos terapéuticos que surgieron en la pandemia para dar aire a quienes vivían atados a una mascarilla. Para Cándido, la suya fue una generación que “rompió una lanza contra el servilismo”, negándose a recibir la propina que se dejaba como tradición. Un conjunto de profesionales que se entregaron terapéutica y físicamente para “dar trocitos de uno mismo” y que ceden su puesto a los sanitarios del futuro con una palabra que Cándido les regala a modo de recomendación: implicación.

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