Una clínica estética deja sin su dinero a 80 clientes en Ourense

El cierre del centro de medicina estética y de depilación láser 360clinics en el barrio de O Couto dejó sin servicio y, por el momento sin la devolución de su dinero a unos 80 usuarios de la ciudad, que tomarán acciones legales contra la empresa. Las cantidades de dinero perdido por los afectados varían desde los 300 euros hasta los 3.000, debido a los bonos que acumulan varias sesiones.

Los pacientes aseguran que el pasado martes 21 de octubre los echaron del local aprovechando la circunstancia del apagón eléctrico en la ciudad, y “llegaron dos furgones que cargaron máquinas y todo y se fueron, se llevaron todo lo del local y colgaron un cartel de cerrado temporalmente”. Una situación que se repite también en Vigo, A Coruña o Canarias, entre otras ubicaciones.

Patricia Cabanelas, una de las damnificadas por la fugaz clausura, explica que compró un bono de seis sesiones y que no pudo utilizar ninguna de ellas. “Iba a hacer la primera sesión el día 23 y el 22 se paró y eso sin aviso ninguno”, indica.

“La mayoría tienen el servicio pagado, otros lo tenemos financiado, nos quedan unos meses por pagar, y las financieras tampoco se pillan las manos, porque como pone que cierra temporalmente, no definitivamente, tienen que seguir cobrando”, manifiesta.

Por su parte, Estela Currás, otra de las afectadas, comenta que les pagó un bono de 3.000 euros financiado que cubría un tratamiento para dos personas durante tres años, desde el 2023, pero que quedó prácticamente reducido a la mitad del servicio que le correspondía por el cierre.

“Acabo de pagalo en abril do ano 2026, quédannos como un montón de sesións aínda por facer e un montón de cartos ahí investidos sen poder facer nada e non hai unha persoa de referencia, non hai nada ao que poder reclamar directamente”, lamenta Currás.

Además, resalta que el código de pago cambió de un momento a otro: “A referencia que aparecía ao principio era Lasersesión, despois foi cambiando e agora xa aparecen uns números rarísimos”. El contacto que se ponía en contacto con esta clienta también fue cambiando con el tiempo, algo que ya extrañó a la afectada.

Isabela Cabrera decidió adquirir a mediados de mes un bono de diez sesiones de radiofrecuencia y maderoterapia, por lo que pagó 448 euros, todo de una vez y sin recibir ningún servicio. “Me genera ansiedad y estrés, contraté esto para relajarme y más bien hizo el efecto contrario”, confiesa la afectada.

La empresa achaca la situación en Ourense a que “se enmarca dentro de un proceso de reorganización empresarial, derivado de una reestructuración nacional en curso, que ha obligado a realizar ajustes temporales de actividad en algunos centros”.

“Todos los clientes han sido informados de manera oficial de esta circunstancia y serán contactados individualmente por nuestro equipo para ofrecerles las alternativas disponibles para la continuidad de sus tratamientos”, añaden a pesar del revuelo montado.

Ante esta circunstancia muchos de los usuarios ya han realizado una reclamación en Consumo, mientras plantean realizar una demanda colectiva.