Cruz Roja auxilió a a pasajeros varados en Ourense por la crisis eléctrica

El transporte de pasajeros y mercancías no pudo recuperar la normalidad tras el apagón. Trenes, autobuses y camiones de mercancías experimentaron problemas para llevar a cabo sus rutas, obligando a desplegar planes especiales.

El caso del tren fue especialmente impactante. Pese al restablecimiento del tendido eléctrico, la falta de energía a partir de Sanabria impedía que los primeros convoyes pudieran circular hasta Galicia, dejando a miles de pasajeros en la estación de Chamartín que esperaban sus trenes. Horas después, falló también el centro de regulación de tráfico ferroviario (CRC) de la estación de Ourense, que regula la circulación de trenes por toda la autonomía. Ante esta situación, cuyas causas se están investigando, el ministerio de Transportes tomaba la decisión de suspender toda la circulación ferroviaria en Galicia, servicio que empezó a recuperarse pasadas las 17,00 horas.

Esta decisión volvió a dejar imágenes de colas de pasajeros en la estación intermodal de Ourense, cuyos trenes no partieron a la hora prevista, o no pudieron continuar su viaje. Algunos de ellos venían de pasar la noche en la estación, que fue finalmente una de las habilitadas para la pernoctación de pasajeros. Cruz Roja Ourense acudió en auxilio de quienes estaban allí, desplegando 35 camillas con mantas, kits de higiene y alimentos.

Según informó la organización, además del material y los alimentos, “se movilizaron 2 ambulancias, 3 vehículos y un equipo de 10 personas, TES (atención a Trabajadores Especialmente Sensibles) y socorristas, además de miembros del equipo de acción psicosocial”.

Por carretera

Ante la imposibilidad de emplear los trenes, parte de los viajeros intentó completar el viaje por carretera en autobús, lo que llevó a la dirección xeral de Mobilidade de la Xunta de Galicia a activar un plan especial de refuerzo de las líneas “para atender la demanda excepcional derivada de la caída del servicio ferroviario tras el apagón general”, informaban desde la administración autonómica.

En lo que respecta a la ciudad, los refuerzos se hicieron en los ejes Ourense-Santiago y Ourense-Vigo, con “especial atención a aquellos servicios en coincidencia con los horarios de mayor demanda del tren”, y añadiendo que “los servicios no afectados por la caída del sistema ferroviario se prestan con normalidad”.

Atasco de mercancías

El transporte de mercancías fue otro de los grandes afectados por el apagón, especialmente en el apartado de la logística. La Asociación Empresarial del Transporte de Mercancías por Carretera (Apetamcor), señalaba que “no se pudieron desgargar muchos camiones al no poderse tramitar las descargas. También se vivieron muchos problemas a la hora de firmar los registros con los conductores para que pudieran entregar una carga”, en palabras de su secretaria general Myriam Otero.

A petición de las patronales del Transporte, el ministerio encabezado por Oscar Puente publicaba una resolución en el Boletín Oficial de Estado (BOE) donde se anunciaba la flexibilización de los tiempos de conducción, aplicados tanto a las mercancías como a los viajeros. Durante las jornadas de ayer y hoy se amplía de 9 a 11 horas el límite de conducción diaria máximo, de 4 a 5,5 horas el tiempo de conducción máxima ininterrumpida y se reducen de 11 a 9 horas los tiempos de descanso. Según el ministerio, “la dificultad en las comunicaciones provocó que los transportistas desconocieran información básica para su desempeño laboral como qué estaciones de servicio estaban operativas o que no pudieran comunicarse con sus empresas”.