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DOS AÑOS DE CÁRCEL
Francisco Antonio I.P. se hacía pasar por socio de una clínica dental y usaba como cebo una supuesta subvención para arreglos dentales para conseguir estafar a sus víctimas. Este es el modus operandi de este falso profesional del mundo odontológico, que ha sido condenado dos veces por estafa este 2025, una en la Audiencia Provincial y otra en el Penal 1, por hechos similares.
Esta última sentencia le impone una pena de prisión de dos años por estafar a dos hermanas. A la primera de ellas, al igual que a una de las víctimas del juicio de la Audiencia, la conoció en una cafetería de la ciudad. Según la testigo, Francisco Antonio I.P. le dijo que era socio de una clínica dental próxima y le ofreció gestionarle subvenciones públicas para arreglos bucodentales. La mujer lo creyó y le entregó en efectivo 3.490 euros para los arreglos dentales de ella, su hija y su yerno sin que llegase nunca la mencionada subvención.
La estafa no quedó ahí. Ella tenía confianza en el acusado y le entregó 26.550 euros para diversos fines; apertura de una cafetería, adquisición de bonos de Hacienda o la adquisición de un local embargado para una clínica dental en Santiago. Incluso tuvo que pedir un préstamo para reunir esa cantidad. La víctima contó en el juicio que, cuando empezó a sospechar, llamó al dueño del local en el que iban a montar una cafetería, quien le dijo que no estaba alquilado y no lo había estado nunca. Al decírselo al acusado, según su relato, este se enfadó con ella e incluso la amenazó.
La jueza considera que la declaración de la denunciante se ve “corroborada por otros elementos probatorios”.
Siguiendo el mismo método engañó también a la hermana de esta víctima. También la convenció de que era socio de una clínica dental y que, previo pago de 1.840 euros, le podía conseguir subvenciones para arreglos dentales. Ella lo creyó y se los abonó en efectivo. Además, también le entregó 265 euros para el alquiler de un piso.
Francisco Antonio I.P. negó en el juicio haber recibido dinero de las dos hermanas ni de ningún miembro de la familia de estas. Además, afirmó que le denunciaron porque él se valoraba mucho y pensarían que estaban bien económico.
Sin embargo, la jueza cree la versión de las dos hermanas y condena a Francisco Antonio I.P. a dos años de prisión por un delito continuado de estafa y a indemnizar a las víctimas con un total de 32.640 euros. Esta condena se suma a la que ya recibió en febrero de la Audiencia Provincial, cuyos magistrados le impusieron tres años de cárcel y el abono de 42.310 euros al matrimonio estafado.
Previamente a estas dos sentencias, en 2021, el Penal 1 de Lugo ya lo había condenado a dos años de prisión y a pagar una multa por un delito continuado de estafa y otro continuado de falsificación de documentos públicos oficial y mercantil.
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