Flores llenas de emoción maternal

En honor al mes de la Virgen María, desde el año 1965 el primer domingo de mayo está reservado para rendir homenaje a todas las madres en honor a la máxima figura de la maternidad del mundo cristiano. Desde entonces, coincidiendo también con el mes de las flores, el Día de la Madre se convierte en una jornada de alegría, emoción y, en algunos casos, también de nostalgia.

Sobre estos tres conceptos se asientan las actividades que han realizado en la residencia Virgen Blanca de A Farixa. El centro, que forma parte de la Fundación San Rosendo, se ha engalanado para celebrar este día gracias a las manos de las participantes en el taller de manualidades, que han desplegado su ingenio y creatividad para hacer unos ramos de flores muy especiales.

Explica Andrea González, educadora social, que el objetivo es incluir conmemoraciones como el Día de la Madre en la actividad diaria de la residencia. Son los usuarios quienes eligen “qué hacemos porque así lo acogen muy bien y, al sentirse partícipes, es más gratificante”.

Un día para todas

Entre las usuarias del centro las hay madres y otras que no, pero todas se merecen su día especial. Por eso, “las madres reciben ramos de sus familias, pero las que no lo son también reciben una rosa de nuestro jardín”, explica la directora, Olga García.

El Día de la Madre comienza con una misa en honor a la Virgen y continúa con una comida especial para quienes pasan este domingo en la residencia. Es un día de recuerdos y eso es lo que trabajan en la parte de reminiscencia, enfocada en “cómo celebraban el Día de la Madre antiguamente, qué diferencias ven, qué recuerdos tienen de sus madres, cómo vivieron la maternidad, qué regalos reciben de sus hijos... Todo enfocado al recuerdo”, cuenta Andrea González.

La emoción está muy presente durante toda la jornada. Así lo viven tanto los usuarios como los trabajadores. “Compartir vivencias al final te hace ver que no estás solo, que son sentimientos compartidos. Personas que son de diferentes partes de Galicia tienen recuerdos y han compartido formas de vivir parecidas. Al final te hace sentir más unión”, cuenta la educadora social.

Así lo confirma también María del Carmen Fernández. Ella, natural de cerca de Ribadeo -”muy lejos de aquí”-, es usuaria de la residencia Virgen Blanca, a donde llegó para estar cerca de su marido, que “está ingresado en la residencia”. Aunque no tiene hijos, sí tiene muy presente a su madre. “Vivo este día con el pensamiento. Para mí, mi madre está delante de mí, aunque falta desde hace muchos años”. No recuerda cómo se celebraba cuando ella era pequeña, pero sí se acuerda perfectamente de que “no era el primer domingo de mayo, el Día de la Madre era el Día de la Concepción, no sé por qué lo cambiaron. Era el 8 de diciembre y se celebraba con flores”. Tiempo después, siempre “le llevaba flores a la sepultura porque no tenía dónde dárselas; siempre ha sido un día bastante triste para mí”.

Pero en esta ocasión, le dedica con cariño a su madre otras flores muy especiales. En el taller de manualidades “hemos preparado este ramo de flores, el corazón que veis ahí y todo esto. Yo no tengo madre, quisiera tenerla, pero va dirigido a todas las madres en general, a las que viven y a las que no”.

Una de las alumnas del taller fue florista de profesión, con un negocio cerca de la Catedral de Ourense. “Ella es la que sabe, pero lo hemos preparado con los cartones de los huevos; los hemos recortado, pintado... Todo va hecho a mano con mucho trabajo y muy contentas”.

Contenta está también María del Carmen, sabiendo que “si mi madre estuviera viva estaría orgullosa de mí porque yo nunca había hecho estas cosas, soy más de ganchillo, de calcetar… Pero tenemos una profesora muy buena que nos enseña”.

Es un día especial para las madres, pero también para todos los que son hijos e hijas. Un día en el que celebrar con ilusión porque, como bien dice María del Carmen, “las madres lo merecen”.

Es un día de mucha emoción, compartir vivencias al final te hace ver que no estás solo — Andrea González - Educadora social

Lo hemos hecho todo a mano con mucho trabajo y muy contentas. Las madres lo merecen — María del Carmen Fernández - Usuaria

Es un día muy importante para las madres, pero también implicamos a las que no lo son — Olga García - Directora