Jácome amaga con renunciar a otro millón de euros para completar por dentro la Plaza de Abastos
MÁS DE 3,5 MILLONES PERDIDOS
Amenaza a los placeros con desalojarlos por decreto “nos próximos días” de la Alameda para que vuelvan al edificio del mercado, vacío en su interior. La Xunta se había ofrecido a costear las obras pendientes.
Los comerciantes de la Plaza de Abastos número 1 de Ourense llevarán al juzgado al Concello de Ourense y han encargado una investigación de las obras de la Plaza de Abastos número 1 tras la última “arroutada” del alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, que este martes anunciaba que renuncia a la aportación de más de un millón de euros de la Xunta para completar las obras inacabadas por el Concello en el mercado de abastos -de titularidad municipal- y que ordenará en breve el traslado de los placeros al nuevo edificio, que a día de hoy no tiene cableado eléctrico, desagües ni puestos, por lo que incumpliría así el protocolo firmado con los comerciantes de la Plaza en su traslado en 2018 y también los pliegos de la concesión administrativa.
Jácome dijo que ordenará el traslado de los placeros “en los próximos días”, acusó a la Xunta de “enredar” en las negociaciones para “dilatar” el traslado y avanzó que dará orden de ejecutarlo y que debe estar rematado “en unos meses”. Asimismo, presumió de que el Concello no pagará los gastos del traslado, pese a reconocer que así aparece firmado en el protocolo firmado por ambas partes en 2018.
Todo esto, ocultando en sus declaraciones que se han invertido cinco millones en la reforma de la Plaza, impulsada por el anterior gobierno del PP, que él perdió 3,5 millones de euros de subvención estatal, que también renunció a las subvenciones europeas, y que ahora renuncia a una cantidad superior al millón de euros que la Xunta ofrecía para completar la reforma, ya que carece de puestos, electrificación o accesibilidad.
Tras esto, fuentes de la Consellería de Emprego lamentaron el “errático posicionamento” de Jácome, que “volve retratar” al gobierno municipal, “antepoñendo enfrontamentos persoais aos intereses colectivos, o contrario que a Xunta”.
Más dinero
De hecho, la Xunta, que no tiene competencias sobre este edificio, fue quien ofreció a mediar y destinó en sus Orzamentos más de un millón de euros para las obras que faltan. E incluso después de que hace una semana Jácome anunciase que rompía las negociaciones unilateralmente, el Gobierno autonómico ofreció aumentar “dun xeito substancial” su aportación, siempre y cuando el Concello mantuviese su compromiso de confinanciación, al igual que los placeros. “Non pedimos máis ao Concello, ao contrario, rebaixamos a súa achega, e estabamos dispostos a sumir a licitación da execución da obra, cun prazo mínimo de 18 meses, como fora consensuado, pero a resposta do alcalde foi a de sempre”, lamentan desde la consellería que dirige José González.
En la Xunta le recuerdan a Jácome que no fue capaz “en máis de cinco anos” de acordar un plan funcional con los concesionarios, que perdió una subvención estatal por sus retrasos y que aceptó cambios que alteraron el proyecto original. Y a pesar de eso, lamentan, “ao longo da negociación só achegou obstáculos e semella disposto a renunciar a toda colaboración da Xunta”. Así, en la Xunta concluyen que el “único responsable” es Jácome o con una “irresponsable folla de ruta” que lleva “á parálise completa”.
“Lo decidirá un juez”
Por último, el presidente de los placeros, Emilio González, se mostró “asombrado” por las declaraciones de Jácome, alabó el esfuerzo de la Xunta y cree que esta “arroutada” del regidor debería ser un “toque de atención” a los partidos de la ciudad: “Este personaje no puede estar un minuto más como alcalde”. Asimismo, avanzó que en una asamblea de los placeros prevista para hoy, acordarán llevar a cabo una investigación sobre las deficiencias de las obras y avanzó que acudirán al juzgado en cuanto se ordene un traslado que incumple lo acordado: “Él no nos va a echar, lo decidirá un juez”.
González insistió en que la “desidia” de Jácome ha provocado una reforma de la Plaza de cinco millones que “se ha hecho mal por dentro” y advierte, de nuevo, que el juzgado dirimirá. “Que cada palo aguante su vela”.
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