El ourensano Ángel López demuestra que números y creatividad son compatibles tras su 13,38 en la PAU

Hace un par de semanas, más de 1.000 estudiantes en Ourense se enfrentaron a la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) tras prepararse para ella a lo largo de todo el curso. Algunos coincidían en que había sido un año difícil, lleno de estudio. En este sentido, la gran mayoría destacaba la importancia de combinar las horas delante de sus apuntes, con tiempo libre para desconectar y así poder rendir mejor.

Ángel López tiene una de las mejores notas de la provincia de Ourense. Sacó un 13,38 en las pruebas. “Esperable, pero podría no haber sucedido”, apunta. Si todo va como se espera, en septiembre empezará a estudiar el doble grado de Ingeniería Informática y Matemáticas en la Universidad de Santiago de Compostela. “Las mates me gustan desde pequeño y después de pensarlo a lo largo de todo el curso decidí apostar por esta carrera”, reconoce. Con todo, para despejar la cabeza del estudio dedicaba su tiempo a algo que poco tiene que ver con el grado en el que quiere matricularse.

"En mi tiempo libre hacía pintura, me ayudaba a relajarme"

En medio del agobio que sentía por momentos, al “no saber si conseguiría la nota necesaria”, Ángel trasladaba al papel todas sus ideas como método para desahogarse. “En mi tiempo libre hacía pintura, me ayudaba a relajarme y dejar de pensar en los exámenes durante un rato”, dice destacando la importancia de organizar el estudio para tener tiempo libre durante el que poder hacer otras cosas: “Dedicar tiempo a hacer aquello que nos gustan es igual de esencial que estudiar y te ayuda a ver las cosas con otra motivación”.

No es raro ver que algunos estudiantes dibujen al margen de sus apuntes, incluso en las mesas de los colegios, sin embargo, el talento de este joven ourensano llama la atención, sin ningún tipo de duda. Sus ilustraciones son variadas, tanto en diseño como técnicas empleadas. “Para las ideas me inspiro en algunos videojuegos o busco en internet, realmente el mérito no es mío”, apunta tratando de restarse importancia. En lo que se refiere a las técnicas usa desde acuarelas a bolígrafos, pasando también por los lápices de colores. Dibuja en casa, pero también acude al taller de pintura de Ana Castro. “Allí tengo la oportunidad de probar distintas cosas”, celebra Ángel.

Pese a que la pintura es algo a lo que lleva ligado desde hace ya varios años, en ningún momento se planteó una vida alrededor de lo artístico -aunque por supuesto el dibujo le acompañará siempre como método de desconexion-. Espera haber elegido la carrera correcta, aunque tampoco le preocupa tener que cambiar dentro de un año. Con todo, en el futuro le gustaría trabajar para alguna gran empresa tecnológica, ya que es un mundo que le llama mucho la atención y en el que ve oportunidades. Eso sí, ese trabajo espera que esté lo más cerca posible de Ourense.