Jácome dilata la reapertura de la Praza de Abastos al llevarla al Juzgado

Los comerciantes de la Plaza de Abastos número 1 de Ourense advierten al alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, que el camino judicial será “largo y sinuoso”. “Quien afirme que en 11 meses se desalojará la Alameda, miente”, concluyen.

Tras recibir la orden de traslado obligatorio el pasado jueves aprobada por el gobierno de Democracia Ourensana, que les da un plazo de tres meses para redactar un proyecto de traslado, otros dos para subsanar errores y medio año para moverse definitivamente, los placeros se centran ahora en la lucha judicial.

Esta es la decisión adoptada después de que Jácome, asegura, ponga al límite la estabilidad económica de los negocios afectando a unas 250 familias, tras romper unilateralmente las negociaciones y rechazar los 1,4 millones que aportaba la Xunta. “Queremos compartir con los ourensanos nuestra profunda preocupación ante una situación que nos llevará a una larga batalla judicial en la que, además de la Plaza, saldrá perdiendo, de nuevo, Ourense”, avisan.

Ante esta situación, no se resignan a que Ourense pierda a los placeros, que se han convertido ya en una seña de identidad. “La Praza acabará siendo algo que esté al gusto de Jácome. Quizá un supermercado, una discoteca, un hotel”, ironizan.

Su presidente, Emilio González, más conocido como “Milucho”, aseguró a este periódico que “el alcalde lo llevó al plano personal y yo no quiero entrar en ese barro de él”. “Lo que tenemos que hacer es defender a los asociados y desde la Plaza lo único que queremos promover es que se retomen las negociaciones con la Xunta y que volvamos a la línea de reformar en el edificio”, explicó.

Los comerciantes lamentan que el edificio al que se les quiere trasladar “siga sin electrificación, sin salida de humos, sin enchufes, sin desagües, sin zona de carga y descarga, sin accesibilidad, sin montacargas y, en definitiva, con numerosas carencias que hacen inviable el desarrollo de nuestra actividad”.

Por último, revelan que el alcalde estuvo este pasado viernes “escondido” para “sacar fotos del edificio provisional” en el que trabajan en la Alameda, para luego “salir corriendo”. Sostienen que “no es cierto que desde la Alameda vendan más”, pero ironizan con que “ sí podemos verlo todo”.