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La potencia hidroeléctrica de la provincia de Ourense fue “fundamental” para reponer el servicio de electricidad en todo el país en menos de 24 horas. El despertar del sistema llegó de las fuentes del mix energético más rápidas en reactivarse. No fueron ni la eólica, ni la solar -que eran las que tiraban del sistema cuando cayó- ni la nuclear, sin las centrales hidroeléctricas y algunas de ciclo combinado, capaces de arrancar rápido y con autonomía, después de la energía “prestada” por Francia y Marruecos.
Red Eléctrica Española activó el protocolo y cuando cayó todo el sistema dio orden de activar todas las centrales hidroeléctricas, especialmente las de bombeo. Se implantó una estrategia denominada “arranque en isla”, en torno a hidráulicas de diferentes cuencas, que fueron arrancando y estabilizándose dando suministro poco a poco a consumidores cercanos, que luego fueron creciendo para unirse.
Antes, la reposición se llevó a cabo desde las fronteras de Marruecos y Francia, la vía más rápida para acelerar el proceso, según el director de Servicios para la Operación de Red Eléctrica, Eduardo Prieto, lo cual hizo que parte del norte de España y de Andalucía recuperase rápido el suministro. “Desde estas fronteras energizamos una parte de la red española, del País Vasco, de Cataluña, del sur de Andalucía, con el objetivo de llegar a los servicios auxiliares de las centrales de generación para que pudieran comenzar los procesos de arranque y acoplamiento lo antes posible”, explicó. Después llegó el turno de la hidráulica.
La provincia de Ourense es ya la mayor productora estatal de esta energía. Con medio centenar de centrales y una potencia total instalada de 2.465 megavatios produce casi el 20% de toda la energía hidroeléctrica de España. Así, en 2024 generaron 5.795 GWh (Gigavatios/hora), máximo de España.
Gobierno, investigadores y eléctricas coinciden en apuntar que la energía hidráulica ha sido “fundamental” para conseguir reponer el sistema en menos de 24 horas, y, especialmente, las de bombeo -4 de las 18 españolas están en Ourense-, ya que son autónomas.
Según el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la recuperación del suministro en España se logró, en primer lugar, como explicó Red Eléctrica, gracias a las interconexiones con Francia y con Marruecos, y después a merced de las centrales hidroeléctricas y ciclos combinados de gas. “La reposición se está haciendo gracias a los ciclos y también a la hidráulica”, insistió.
En una línea similar, el profesor de Integración de Energías Renovables de la Universitat Politécnica de Valencia Ramón Blasco asegura que el tiempo de recuperación del servicio tras el gran apagón fue “bueno” y “aceptable”, teniendo en cuenta la magnitud del evento, resaltando que a la recuperación del servicio ha contribuido la hidráulica, lo cual está “alineado” con los estudios realizados previamente, tras apuntar que los tiempos normales de recuperación eran de 10 y 12 horas, teniendo en cuenta precedentes como el de Italia en 2003 o Reino Unido en 2019.
Por su parte, Iberdrola afirmó que la compañía “puso todos sus recursos” a disposición del operador del sistema “para contribuir al restablecimiento del suministro, según los protocolos”. La empresa vasca subrayó el papel de las centrales hidráulicas y, en especial, las centrales de bombeo -tiene 3 en Ourense, y más proyectadas- como “fundamentales” para recuperar el suministro. “Las centrales hidroeléctricas, especialmente las de bombeo, fueron fundamentales para la reposición del servicio al contar con arranque autónomo”, añadieron en la compañía.
El apagón generalizado que dejó en cero el sistema eléctrico español podría acelerar los proyectos de centrales de bombeo o reversibles pendientes en la provincia de Ourense, uno de ellos el más grande de toda Europa. Las centrales hidroeléctricas de bombeo emergen como jugadoras clave para reactivar el sistema eléctrico y se ha demostrado en esta crisis, pues fueron las primeras que Red Eléctrica ordenó activar por su capacidad de arranque. Su gran potencia y colosal capacidad de almacenamiento las convierten en un activo indispensable para resucitar el suministro tras un cero energético. Funcionan como baterías gigantes que almacenan agua en una parte elevada del embalse y la transportan a un punto de menor altitud de la misma presa u otra a través de canalizaciones, utilizando la fuerza del agua para producir electricidad. En apenas tres minutos pasan de 0 a 100.
En la Ley de Cambio Climático aprobada en 2021 señala la imperiosa necesidad de impulsar estas centrales reversibles, al igual que el último Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que pretende la potencia de renovables a 161 GW en 2030, de los cuales 9,5 GW serían de bombeo, para lo cual hay que duplicar las instalaciones actuales.
En la actualidad, España cuenta con 18 centrales hidroeléctricas de bombeo puras, tres de ellas en Ourense: Conso y Soutelo (ambas en Vilariño de Conso) y Ponte-Bibei (Manzaneda).
Las autoridades tienen sobre la mesa, al menos, tres grandes proyectos que afectan a la provincia para funcionar como “almacén energético” y que contemplan 2.000 millones de inversión. El de mayor envergadura en potencia e inversión es el proyecto Conso II, que aspira a crear en el oriente ourensano la mayor megacentral de acumulación por bombeo del continente, 1.800 MW de potencia (más de la mitad de lo que hay ya instalado en la provincia), liderado por Iberdrola. Su puesta en marcha permitiría almacenar hasta 58 millones de KWh, equivalentes al consumo medio diario de 10 millones de personas.
Por otro lado, en 2023, una empresa andaluza presentó la documentación para crear una central hidroeléctrica reversible de 260 MW en Castrelo de Miño, que tuvo contestación vecinal.
Y más recientemente, Naturgy ha solicitado la autorización para la construcción de una gran central de bombeo en el Miño, en la actual presa de Frieira, bautizada como “Filgueira” y compartida por las provincias de Ourense y Pontevedra. Tendría una potencia de 485 MW y una inversión prevista de más de 500 millones. En 2023, Naturgy vio como era rechazada su anterior intento de hacer una gran central de bombeo en A Baixa Limia, entre los embalses de Salas y As Conchas.
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