Hartos de la precaria carretera Ourense-Lugo

Más de un centenar de usuarios de la N-540 cortaron ayer la vía en el punto kilométrico 51 (perteneciente al concello de Chantada), mostrando así su hartazgo con el estado tercermundista en el que se encuentra esta carretera, la cual es la arteria principal que une Ourense y Lugo. El vaso lleva años al límite de llenarse y ayer rebosó definitivamente. Los vecinos ya no aguantan más, están cansados de que les prometan que van a arreglar el firme y nunca se lleve a cabo, ya que este compromiso solo se ha limitado a la colocación de algunos parches.

Entre tanto, la carretera está intransitable debido a sus múltiples baches -que en muchos casos es más preciso denominarlos agujeros- que dificultan una circulación segura, tanto para los conductores por el riesgo de accidentes como para los vehículos, los cuales sufren numerosas averías.

"Levamos moitos anos así, a carretera está nun estado lamentable, é intransitable", señala Andrés Rodríguez

Minutos antes de las 11,00 horas, los manifestantes estaban ya preparados a ambos lados de la calzada ataviados de los paraguas ante la intensa lluvia que caía a esa hora. Según el reloj marcó las en punto, el silbato de la Guardia Civil sonó, los vehículos se detuvieron y los vecinos cortaron la carretera portando una pancarta: “N-540, arranxo xa, por favor”. Lo hicieron durante alrededor de cinco minutos, bajo un silencio que solo interrumpían tímidos sonidos de silbato.

“Esta é unha concentración para protestar polo mal estado da N-540, levamos nesta situación dende 2017. Xa non temos posibilidades de vía férrea, la A-56, la autovía Lugo-Ourense sería la comunicación ideal, pero parece que se derruba ou vai moi lenta. Só nos queda a N-540 e, se non se arranxa, imos camiño do illamento e do esquecemento”, explica Eloy Diéguez, uno de los organizadores de la protesta.

Al respecto, indica que esta situación está dejando incomunicada a Chantada y a toda la comarca. De hecho, las carreteras son un eje fundamental si se quiere apostar por repoblar el rural.

Además, avisa de que no pararán hasta conseguir su objetivo y cortarán la carretera todos los viernes hasta que se arregle el asfalto, menos el Viernes Santo. “A concentración pareceunos moi abundante en cantidade de xente e esto danos ánimos para seguir loitando”, añade Diéguez.

Además de la N-540, para Ourense es urgente preparar la N-120, una vía clave al conectar la ciudad con Valdeorras

Esta vía es clave porque Ourense y Lugo son las dos únicas ciudades gallegas que no están conectadas por autovía, entorpeciendo así el transporte de mercancías entre el norte de España y Portugal. “Non estamos tendo en conta unha cousa, pensamos normalmente no tramo de Lugo a Ourense, pero se o analizamos ben, é unha parte máis do traxecto máis recto que une Francia e Portugal, o resto todo é autovía menos estes 58 kilómetros aí no medio, é triste porque o tramo é tercermundista”, explica Andrés Rodríguez.

Por ello, no dudó ni un segundo en acudir a la manifestación. “Levamos moitos anos así, a carretera está nun estado lamentable, é intransitable totalmente, se queres escapar dunha fochanca colles outras tres. Parabrisas e rodas é o pan noso de cada día”, añade.

Para él es esencial que arreglen esta vía, ya que él cree que no va a ver la autovía construida y por eso da tanto valor a la manifestación de ayer. “Para ser un día laborable ás 11 da mañá e co día que está estivo bastante ben, aínda que esperemos que o venres que ven haxa máis xente”, añade Rodríguez.

Una provincia castigada

Ourense es una provincia muy castigada en términos de comunicaciones. A la falta de una carretera digna entre Ourense y Lugo hay que añadir la ausencia de una autovía que una Ourense con la comarca de Valdeorras. Un proyecto del que se lleva hablando dos décadas durante las cuales no hubo ningún avance que permita tener ni una mínima esperanza de que se convierta en una realidad. Mientras, la única alternativa para ir desde la ciudad a Valdeorras es la N-120, una carretera que está en un estado similar a la N-540, con numerosos baches que suponen un peligro para los conductores.