Ourense se erige como laboratorio del envejecimiento para Europa

CONGRESO INTERNACIONAL EN LA CIUDAD

La longevidad ourensana acusa medio siglo de ventaja con el resto de Europa. El XXXV Congreso Internacional de Geriatría y Gerontología reúne a más de 60 expertos en salud, tecnología y ética social

Una mujer mayor pasea en Ourense acompañada.
Una mujer mayor pasea en Ourense acompañada. | XESÚS FARIÑAS

Tendrá que pasar más de medio siglo para que el conjunto de la Unión Europea alcance la tasa de envejecimiento que Ourense registra ya hoy. Es por esto que la provincia se convierte en el escenario perfecto para el XXXV Congreso Internacional de Geriatría y Gerontología, puesto que solo en Ourense, un 34% de las personas son mayores de 65 años, frente al resto del país, que está en poco más del 20%

En los últimos años, el territorio gallego registró más de 10.000 personas centenarias, haciendo eco de unos indicadores demográficos que sitúan a Galicia en vanguardia, viéndolo “no como una amenaza, sino como una oportunidad para innovar y crear sociedades más centradas en las personas”. Así lo confirmó el presidente de la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría en el acto inaugural de un evento que culminará hoy tras abordar la longevidad desde una mirada médica, tecnológica, ética y social. Más de 60 expertos que, durante dos días, se enfrentan a unos “cambios demográficos sin precedentes” que, en voz del director territorial de Política Social e Igualdade, Santiago Álvarez, exigirá una “transformación sobre la perspectiva del envejecimiento”, puesto que “para el año 2050, el número de personas mayores de 65 años superará los dos millones”.

Protesta laboral

El Marcos Valcárcel se convirtió desde ayer en un “laboratorio vivo” que tuvo que poner en pausa el congreso a causa de la CIG, que irrumpió en forma de protesta para reclamar un convenio digno en residencias privadas, acompasados por los gritos de denuncia y acompañados por pancartas reivindicativas. Las mejoras salariales y laborales en un sector feminizado y precarizado, fueron las peticiones que, desde la Consellería de Política Social, rebotan al Ministerio de Trabajo, asegurando que se trata “de competencia estatal”.

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