Ourense reduce la tasa de paro al 8,7% a costa del aumento de jubilados

La tasa de paro cae al 8,7% en la provincia de Ourense, pero a costa de perder 4.000 personas activas en el último año, unas cifras que ponen de manifiesto la frágil situación del mercado laboral ourensano. Los datos del tercer trimestre de la Encuesta de Población Activa (EPA), publicados ayer, revelan que la provincia de Ourense registra la peor tasa de actividad de España (47,6%) tras un desplome interanual de 2 puntos. Es decir, menos de la mitad de la población ourensana participa activamente en la economía: o están ocupadas (trabajando) o paradas (buscando activamente un empleo). El resto, jubilados, estudiantes, ninis…

La EPA destapa así la profunda paradoja laboral de Ourense. Los datos son malos, o no. Depende de cómo se analicen. El paro sigue bajando en la provincia, pero porque cada vez hay menos personas para trabajar. Así, el bum migratorio no compensa las jubilaciones masivas de la generación boomer. La tasa de paro desciende notablemente, pasando del 14.000 a 11.300 la cifra de desempleados entre el tercer trimestre de 2024 y el mismo periodo de 2025, pero este alivio se produce porque la provincia acelera la pérdida de población activa, lo que sitúa a Ourense en la peor posición de España en cuanto a participación laboral.

La cara positiva de la EPA es, por tanto, que la tasa de paro provincial cae al 8,76%, una drástica mejoría respecto al 10,53% registrado hace un año. El número de parados se sitúa en 11.300 personas, 2.700 menos que en el mismo periodo de 2024.

Sin embargo, la cruz de la moneda revela el verdadero estado de la provincia y su mercado laboral, ya que la responsable de este descenso no es la creación masiva de empleo, sino la desaparición de la población activa. En un año, Ourense ha perdido 4.000 personas de su población trabajadora o en búsqueda de empleo. Son ya 141.800 las inactivas. Es decir, según esta última EPA, hay ya24.200 personas inactivas más que ocupadas, una diferencia inédita en el resto de las provincias españolas.

Este efecto demográfico es lo que hunde la tasa de actividad, que cae al 47,62%, el dato más bajo de todo el país, y confirma un desplome de casi dos puntos respecto al 49,6% de 2024. La provincia baja en términos de desempleo, pero menos que otras provincias, y encima tienen la base laboral más estrecha del país.

El contraste a nivel gallego, de hecho, es doloroso. Mientras la tasa de paro gallega se consolida en un fuerte 8% y la tasa de actividad se mantiene en el 53,53%, Ourense queda rezagada y pierde posiciones. El abandono de la población activa es evidente incluso comparando con Lugo, la provincia más envejecida de Galicia junto a Ourense, que, sin embargo, registra una tasa de paro del 4,72% -el pleno empleo técnico- y una actividad superior (50,26%).

La EPA de este trimestre ha sido, por tanto, la confirmación de un problema estructural crónico de una provincia que pierde población activa a un ritmo que anula cualquier creación de empleo.