El patrimonio municipal abandonado en Ourense se rehabilita buscando nuevos usos

Los grupos de gobierno de las principales villas de Ourense trabajan año tras año con el objetivo de brindar a sus poblaciones distintos servicios que vayan más allá de los que deben prestar obligatoriamente. En muchos casos recurren a la ejecución de infraestructuras que amplíen la oferta asistencial, cultural, deportiva o turística, inversiones en su mayoría dotadas con grandes presupuestos que aspiran a convertirse en referentes para la población, e incluso generar puestos de empleo.

Pese a los esfuerzos que conlleva obtener y llevar a cabo estas obras, la provincia también está plagada de decenas de ejemplos en las últimas décadas de edificios de titularidad municipal que cayeron en desuso paulatinamente, o que nunca llegaron a entrar en funcionamiento tras su construcción. Para revertirlo, los concellos buscan fórmulas para revitalizarlos, ya sea mediante iniciativas público-privadas, o dándoles usos diferentes de aquellos para los que habían sido creados inicialmente.

Además, también se registra patrimonio histórico-cultural que ha pasado a titularidad pública y que, pese a los esfuerzos de las administraciones locales, permanece en un estado de conservación deficiente, que además impide que los visitantes acudan a ellos.

Baixa Limia: media docena de proyectos millonarios en la comarca se deterioran sin que se les dé utilidad

Varias son las inversiones fruto del abandono y pasto de la maleza en la comarca de Baixa Limia. Herencias “envenenadas” -en palabras de algún regidor- que, décadas después de ser anunciadas y ejecutadas, hoy son pasto del feísmo en el paisaje de la Reserva de la Biosfera transfronteriza Gerês-Xurés. Es el caso del embarcadero de Aceredo, en el embalse de Lindoso, en Lobios, ejecutado en el año 2010 con 410.000 euros del denominado Plan E. El segundo intento de gobiernos municipales por hacer del embalse un espacio lúdico y recreativo tampoco salió adelante.

En Lobios se encuentra también la estructura de un camping que nunca abrió sus puertas en Riocaldo y en Entrimo, junto a la OU-540, donde se atisban los restos de unas cuadras para caballos. Salgueiros, la aldea de Muíños en el corazón del Xurés, sufre su segundo abandono tras una inversión de tres millones de euros para hacer de ella la primera aldea medioambiental. Otras, que en su día sí cumplieron su función y dieron vida al entorno, como el caso de los poblados de As Conchas (Lobeira) y de la central del Salas (Muíños, cerca de O Corgo), se deterioran sin que sus propietarios apuesten por darles vida.

Allariz: A Paneira, nuevo acceso al Castelo

A Casa da Paneira recibe este nombre porque hace siglos Allariz era considerada “la panera de Galicia” por la producción de cereal, y desde el siglo XV hasta el XVIII este edificio fue la institución de crédito agrícola. Este conocido emplazamiento se encuentra en la Plaza Mayor de la villa y pasó a propiedad municipal hace muchos años. En febrero de este año, el concello alaricano anunciaba su recuperación como acceso al Castelo de Allariz desde el interior del edificio y se espera que los trabajos estén listos para disfrutar durante la época estival.

Xinzo de Limia: el Matadoiro Rubio sigue a la espera

Este emblemático edificio de la villa comienza su historia en 1943, cuando se hace la petición de traslado de una fábrica de embutidos que se conocería como el Matadoiro Frigorífico “Rubio”. El emplazamiento está en la salida de Xinzo por la N-525 dirección Madrid, y está compuesto por varias edificaciones, dentro de casi tres hectáreas de superficie. La Fundación San Rosendo adquirió la propiedad del “Matadoiro Rubio” en 2022 para recuperarlo como residencia de mayores. Las conversaciones con el Concello sobre el desarrollo de este proyecto continúan en “stand-by”.

Celanova: La estación de autobuses podría ponerse en marcha tras 23 años

La estación de autobuses de Celanova fue construida en 2002 con 360.000 euros de fondos europeos y, desde entonces, nunca ha abierto sus puertas y se usa desde hace tiempo como garaje y almacén municipal. Hace unos años, en 2018, se aprobó un cambio de uso pese a que la falta de una zona de aparcamiento para autobuses es un problema en la villa, debido a los problemas que genera el estacionamiento de estos vehículos en la avenida San Rosendo. El actual alcalde, Antonio Puga, comentó que está entre sus objetivos poner en marcha con el uso con el que fue proyectada. 

En el haber de inversiones sin repercutir en el beneficio vecinal está la antigua casa rectoral de Castromao. Este año caduca la cesión por 25 años firmada entre el Obispado y el Concello celanovés para recuperar y destinar el inmueble a un centro de interpretación de la cultura castrexa. En el 2008 se invirtieron 32.000 euros en la limpieza de la zona y consolidación de muros.

Beade proyecta rehabilitar el ruinoso Pazo de la Encomienda de San Juan

El Pazo de la Encomienda de San Juan de Jerusalén se encuentra en estado ruinoso, aunque el Concello de Beade procura mantener todo su entorno libre de maleza, y recientemente lo desbrozó para resaltar el conjunto monumental. El edificio fue la sede principal de esta orden entre los siglos XV y XVIII. El anterior alcalde de Beade, Senén Pousa, intentó convertir este inmueble en un centro templario, aunque nunca se llegó a rehabilitar.

El regidor actual, Fernando Taboada, señala que en 2025 remata la concesión del Obispado al Concello, y negocia ahora su ampliación para redactar un proyecto para su rehabilitación y creación de un local social, un hogar de peregrinos y un centro de interpretación de las órdenes militares. Otro inmueble emblemático y sin uso es el Monasterio de Melón. Un pleito entre la empresa adjudicataria de las obras y el Gobierno paralizó el proyecto para su recuperación.

O Barco de Valdeorras: un inmueble para autopsias y velorios que solo abre los baños un día al año

Muy pocos recuerdan cuándo fue levantada la construcción ubicada al lado del cementerio municipal de O Barco de Valdeorras con la finalidad principal de servir como sala para velar los cadáveres. El exconcejal Luis Arias sitúa la fecha a principios de la década de 1980. Debería sustituir a un antiguo depósito de cadáveres cuya caseta desapareció hace años de la entrada principal del camposanto barquense, pero las instalaciones apenas fueron usadas con esta finalidad un par de veces. Muy pronto era cerrada casi definitivamente, pero no totalmente, sus baños se abren todos los años el Día de Todos los Santos por si alguna persona que esté visitando el cementerio colindante precisa hacer uso de ellos.

Las otras dos salas, una destinada a acoger unos velorios que en aquellos tiempos se organizaban en las casas y otra para que el forense practicara las autopsias que fuesen necesarias, nunca más volvieron a ser utilizadas. Esta situación no impidió que años después la construcción fuese objeto de reformas, a pesar de carecer de actividad, salvo en la citada festividad anual del Día de Todos los Santos.

Verín: la lonja agropecuaria, un nuevo espacio de eventos para la villa

Construida en 2001, la lonja verinense disponía asimismo de mercado ganadero y bar-restaurante anexos, un proyecto pionero en Galicia con un coste de 600.000 euros, y dotado incluso de sala de subastas electrónicas. Pese a esta inversión, en la década siguiente no llegó a entrar en funcionamiento. En 2012, su gestión se transfirió a Pazo do Carregal, propiedad de Herminio Gil, con el fin de cocinar platos gallegos de alta calidad. Tres años más tarde entró en proceso concursal y, con la llegada del bipartito, se recuperó la gestión municipal, ya que la concesionaria adeudaba pagos por la cesión.

El Concello se propuso desde su primera legislatura darle un uso al espacio, que con el paso de los años sólo albergó un congreso gastronómico, cribados por el coronavirus y la construcción del skate park anexo. Los presupuestos para 2025 recogen 180.000 euros para rehabilitarla y celebrar eventos en su interior, “como por exemplo a Feira da Cervexa”, afirma el alcalde, Gerardo Seoane.