Un tercio de concellos de Ourense cuenta con menos de cinco bares
REFUGIO SOCIAL
La hostelería se muere en el rural de la provincia de Ourense por la pérdida constante de población y la falta de apoyo institucional del que, a menudo, es el nuevo único lugar donde pueden socializar los vecinos
Los bares han representado históricamente el corazón social de muchos concellos de la provincia de Ourense. Lugares donde el tiempo parece medirse entre los sorbos de café, el tintineo de copas y el murmullo de conversaciones que van desde la última cosecha hasta la marejada política que hay montada estos días en torno al Gobierno. Pero la realidad numérica nos muestra que este refugio social está en peligro para muchos ourensanos. Según los datos del Registro de empresas y actividades turísticas (REAT) de Turismo de Galicia, uno de cada tres concellos de la provincia cuenta en la actualidad con cinco o menos establecimientos de este tipo.
La situación más preocupante la encontramos en Punxín. Este concello de 755 habitantes está “muerto socialmente” desde 2021, fecha en la que cerró la única cafetería-restaurante del municipio. Sus vecinos tienen que desplazarse cada día a los concellos limítrofes si quieren tomar un café, leer la prensa o simplemente tener una conversación. Esta coyuntura llama aún más la atención si tenemos en cuenta que Punxín limita con el término municipal de Ourense y se encuentra a apenas 14 kilómetros de la capital.
En la misma condición se encuentra Gomesende. Aunque en el REAT todavía figura el Bar Fustáns, lo cierto es que bajo la persiana en 2023 y desde entonces los 664 vecinos del municipio buscan algún espacio para reunirse.
En Quintela de Leirado, el bar Redes resiste desde hace años como el único bastión social en el territorio. Buena parte de sus 594 habitantes se reúnen a diario en este último reducto contra la despoblación. Si nos vamos un poco más al sur de la geografía ourensana, nos encontramos con que Calvos de Randín solo cuenta con 2 bares para sus más de 640 habitantes. La lista de municipios con tan solo dos establecimientos de este tipo la completan Vilariño de Conso (510 habitantes), San Xoán de Río (518 habitantes), y Chandrexa de Queixa (478 habitantes).
Los concellos que resisten
Este panorama no es uniforme en todo el territorio. Hay concellos que, por diversas razones, han logrado mantener una densidad de bares que aún facilita la vida social y la dinamización local. Son la excepción que confirma la regla y dan un soplo de aire fresco en el rural.
Como ejemplo, tenemos los casos de A Gudiña, que suma 18 bares a disposición de sus 1.186 vecinos, A Mezquita con 13 bares para 1.006 habitantes o Entrimo, con 11 bares para 1.079 habitantes. En la proporción habitantes-bares, también resaltan A Teixeira con 3 bares para 326 habitantes o Beade con la misma cifra de establecimientos para 366 vecinos.
En total, son 1.890 negocios de servicios de comidas y bebidas -bares- los que hay en la provincia. Lo que supone una pérdida de medio millar de negocios desde la pandemia y, echando la vista atrás, hay casi 1.000 negocios menos que hace una década. Unas cifras que sobre el terreno, serán incluso más preocupantes.
Datos en la comunidad
Aunque la pandemia hizo mella en el sector de la hostelería, lo cierto es que Ourense parece seguir siendo una provincia propicia para este tipo de negocios, que conforman la identidad de las comunidades a las que pertenecen. Al menos, lo es la ciudad, que lidera el ranquin gallego en cuanto a número de bares por habitante. Con 650 establecimientos, la urbe tiene una media de un bar por cada 160 habitantes, un registro al que no llegan Vigo, Pontevedra, A Coruña, Lugo o Santiago de Compostela. Prueba de este dinamismo es la zona de vinos, donde en apenas cuatro calles se concentran más de medio centenar de establecimientos en los que se combina bebida y comida.
No solo la capital, también las principales cabeceras comarcales presentan cifras considerables. O Carballiño tiene 115 bares, Verín suma un total de 108 y O Barco de Valdeorras se queda al límite de las tres cifras.
Las cifras
1.890: Cifra total de bares en la provincia según el REAT, lo que supone una caída de medio millar desde el estallido de la pandemia.
1.419: Suma de la población de Punxín y Gomesende, los dos municipios ourensanos que no tienen ni un solo bar en su territorio.
650: Total de bares de la ciudad según los datos de turismo de Galicia, lo que arroja una proporción de uno para cada 160 habitantes.
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