Protesta en Rairiz ante las agresiones de un vecino

Los cazadores del coto de caza del Concello de Rairiz de Veiga se manifestaron ayer, exigiendo respeto no sólo para ellos, sino para todos los vecinos que sufren las consecuencias de la actitud destructiva y amenazante de un solo vecino.

La manifestación fue convocada para ambos días, 22 y 23 de febrero, a las 12 de la mañana, y tuvo lugar en la Plaza del Concello de Rairíz de Veiga. Una llamada de atención a los organismos competentes para que atiendan una situación que, si no se encauza, “non rematará ata que pase o peor”, según subrayaron vecinos y cazadores asistentes a la protesta. Esta exigencia de respeto es el resultado de más de dos años de acoso y agresiones, así como destrozos en la propiedad y la vida de los vecinos, aseguran.

Varios cazadores decidieron comentar la situación, aunque la mayoría pidieron mantenerse en el anonimato por miedo a las represalias. “Moitos veciños xa non se atreven a denunciar por medo a que te colla pola tremenda, e visto o dano que xa fixo, podes acabar moi mal”, aclaró uno de los cazadores. La situación no ha hecho más que empeorar y en las últimas semanas, este vecino okupa que reside en la aldea vecina de Celme, ha tirado a un cazador por un barranco y ha destrozado vehículos. “Paséase polo monte cunha machada na man, debeu roubar unha radio dalgún dos nosos coches e en canto nos localiza achégase para coaccionarnos, insultarnos e agredirnos”, remata. 

Más de 90 denuncias

Según nos indican varios vecinos y cazadores, “xa se fixeron máis de 80 ou 90 denuncias e a cousa non cambia, detéñeno, lévano, pero aos días volve estar por aquí, máis agresivo e empeorando a situación”. Se sienten desprotegidos, aunque desde el Concello comentan que ya han hecho todo lo que está en su mano. Se hicieron exigencias a la Guardia Civil durante la protesta, ya que este individuo se dedica activamente a destruir la paz con la que se vivía antes. Muchos vecinos ya no se atreven a salir solos de su domicilio ni siquiera a cortar leña, por el miedo y la impotencia ante la situación de tener que huir de un hombre que amenaza con agredirlos. Exigen que se ponga fin a una situación que les impide sentirse seguros en su propio hogar.