Deporte y buena alimentación para tener un corazón fuerte

Sufrir un paro cardíaco puede ocurrir en cualquier momento y lugar, y la rapidez y eficacia de tratar esta circunstancia es el factor fundamental para determinar la supervivencia de la persona que sufre este paro y su bienestar a largo plazo.

El informe “Patrones de Mortalidad en España, 2022”, publicado a mediados de diciembre por el Ministerio de Sanidad, destaca que las enfermedades del corazón provocaron en Galicia la muerte de 6.635 personas (246,2 por cada 100.000 habitantes).

Las enfermedades cardiovasculares son la causa principal de muerte en todo el mundo. Siguiendo unos hábitos saludables se puede reducir drásticamente, ya que está demostrado que el abandono del tabaco, el ejercicio físico, una dieta saludable y reducir la sal y el alcohol disminuyen el riesgo de padecer estas enfermedades y favorecen el control de la hipertensión arterial, la diabetes y el colesterol.

Prevención

El control de los factores de riesgo cardiovascular es clave para prevenir infartos y tener una vida más larga y más sana, por lo que es la mejor medicina preventiva. La concienciación acerca de las enfermedades relacionadas con el sistema circulatorio y controlarlas es primordial al ser la primera causa de muerte en el mundo.

Afecciones relacionadas con el corazón y el sistema circulatorio provocaron en Galicia la muerte de 6.635 personas en 2022

El Día Europeo de la Prevención del Riesgo Cardiovascular, celebrado este pasado 14 de marzo, sirve cada año para concienciar de que adoptar un estilo de vida saludable, con hábitos como seguir una alimentación sana y equilibrada, rica en frutas, verduras y baja en grasas saturadas, sal y azúcares añadidos, mejoran la salud del corazón y alarga la calidad de vida.

El sistema circulatorio necesita mantenerse activo, por lo que realizar ejercicio de manera regular, al menos 30 minutos al día y cinco veces a la semana, además de evitar el consumo de tabaco y de alcohol. Esta es la mejor forma de prevenir las enfermedades cardiovasculares, además de controlar el estrés, mantener un peso saludable y realizar chequeos médicos periódicos para vigilar la presión arterial, el colesterol y la glucosa.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la enfermedad cardiovascular engloba una serie de trastornos que además de afectar al corazón, también afectan al sistema circulatorio, y, por tanto, incluye la enfermedad cerebrovascular, la arteriopatía periférica, así como la trombosis venosa y la embolia pulmonar.

Incidencia femenina

En un reciente estudio, bajo el nombre “Enfermedad de la Arteria Coronaria en Mujeres muy jóvenes: Factores de riesgo y perspectivas pronósticas de seguimiento extendido”, publicado en la revista científica Journal of Cardiovascular Development and Disease, el Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur relaciona los antecedentes familiares que hayan pasado por patologías cardiovasculares, colesterol o depresión como factores que favorecen la aparición de infartos en mujeres de hasta 40 años.

Trabajos de investigación gallegos relacionan los antecedentes familiares con problemas coronarios en mujeres jóvenes

Aunque la enfermedad de las arterias coronarias (EAC) se asocia generalmente con los ancianos, recientemente se ha notificado un aumento en su incidencia entre los jóvenes, incluidas las mujeres muy jóvenes. Entre 2006 y 2015 el grupo de investigación analizó 19.321 angiografías coronarias, de las cuales el 2,6% se realizaron en pacientes de 40 años y 52 mujeres fueron incluidas.

La historia familiar de la EAC y la depresión se asoció fuertemente con el inicio temprano de la enfermedad en mujeres jóvenes. El equipo disciplinar, entre otras conclusiones, señala que debe considerarse la prevención primaria centrada en el análisis genético de las mujeres de alto riesgo con antecedentes familiares de EAC y prevención secundaria, dirigida a un mejor manejo del colesterol y asistencia en salud mental.

Reanimación

Aunque en muchas ocasiones las enfermedades coronarias necesitan de medicación o intervención quirúrgica, la reanimación cardiopulmonar (RCP) es una maniobra clave para afrontar un ataque al corazón. Aunque la proporción de transeúntes que realizan RCP ha aumentado en las últimas dos décadas, el hecho de que el 80% de los paros cardíacos extrahospitalarios ocurren en entornos residenciales resalta la necesidad de más educación pública y capacitación en Soporte Vital Básico (SVB).

De la misma manera, contar con desfibriladores semiautomáticos externos situados fuera del ámbito sanitario (cafeterías, restaurantes, gimnasios) es cada vez más importante para atender posibles paros cardíacos.