Un 84% de mujeres teme que se sexualice su imagen con IA
INTELIGENCIA ARTIFICIAL
El 72% de los chicos de 12 a 21 años están preocupados de ser acusados de violencia de género
El informe “Así somos. El estado de la adolescencia en España”, publicado por Plan International, alerta sobre la creciente preocupación de los jóvenes por el uso de inteligencia artificial (IA) para crear contenido sexual falso: el 84% de las chicas entre 12 y 16 años teme que su imagen sea utilizada con ese fin, y un 9% ya ha sufrido violencia sexual digital, cifra que sube al 22% en chicas de 17 a 21 años. Más de un tercio conoce a alguien cercano que también lo vivió, evidenciando la magnitud del problema.
El estudio, basado en 3.500 encuestas a adolescentes de 12 a 21 años, también señala que el 72% de los chicos teme ser acusado injustamente de acoso o violencia de género. La violencia digital genera inseguridad: un tercio no se siente seguro en redes sociales y aún menos al usar IA. La mayoría mantiene una visión positiva del futuro, aunque un tercio carece de recursos para formarse y tres de cada cuatro temen que la IA reemplace empleos.
El informe refleja además la presión estética que sufren las chicas: el 70% ha recibido críticas sobre su aspecto, casi la mitad se compara con cuerpos de redes sociales y un tercio ha pensado en cirugía estética. Aunque un 68% cree que los influencers no son reales, el 48% reconoce sentirse influenciada por ellos. El impacto se agrava por el uso de filtros de belleza, como admite una adolescente: “No sé cómo antes me veía bien al hacerme fotos”.
Las redes sociales ocupan gran parte del tiempo de los adolescentes: las chicas se abren perfil a los 13,6 años y casi la mitad pasa más de tres horas diarias conectada. Muchos reconocen exceso de uso y casi dos de cada diez muestran síntomas de adicción. El 57% accede a contenido sensible (sexual, violento, de salud mental o retos virales), con diferencias de género en el consumo.
Deterioro mental: esta dinámica se relaciona con un empeoramiento de la salud mental, especialmente en las chicas, con más ansiedad, depresión, pensamientos suicidas y trastornos alimentarios que los chicos. La presión digital y la comparación constante con modelos irreales alimentan esta vulnerabilidad.
La IA se integra cada vez más en la vida diaria: solo un 14% no la usa. La mayoría la emplea para dudas académicas, pero un 18% de las chicas y un 12% de los chicos la utilizan como confidente, cifra que sube al 24% en chicas de 17 a 21 años. Como admite una joven: “Yo a veces pregunto a la IA porque con mi familia sí puedo hablar de eso, pero prefiero no hablar de ello”.
Aun así, preocupa la dependencia: el 68% de las chicas y el 61% de los chicos teme volverse adicto. Destacan inquietudes sobre el impacto en la salud mental y la desinformación: el 82% de las chicas y el 71% de los chicos temen la creación de noticias falsas, y un 78% de ellas señala el riesgo de diagnósticos erróneos en salud. El informe concluye que el entorno digital no solo amplifica desigualdades de género, sino que moldea la autoestima, las relaciones y el bienestar de una generación “hiperconectada”.
Siete de cada diez jóvenes sienten que no los escuchan
Los adolescentes enfrentan desafíos estructurales que afectan su perspectiva vital. Un tercio no tiene recursos económicos para estudiar lo que desea y tres de cada cuatro temen que la IA reemplace empleos en el futuro. La desafección política es notable: cerca de ocho de cada diez creen que “todos los políticos mienten”, más del 77% siente que sus opiniones no se toman en cuenta y más de siete de cada diez no se sienten representados por ningún político. Paradójicamente, el 71% considera que “la tecnología ejerce más influencia que la política en el rumbo social”.
A pesar de estas dificultades, la mayoría se siente satisfecha con su vida y ve el futuro con ilusión, destacando el ámbito familiar como principal fuente de bienestar (85%).
Para enfrentar esta situación, Plan International propone un marco integral de protección digital que incluye: definir como problema de salud pública las adicciones tecnológicas, fortalecer la protección de menores por parte de las empresas tecnológicas, implementar sistemas de verificación de edad, regular el diseño ético de plataformas y crear mecanismos de supervisión independientes.
En educación, se recomienda incorporar alfabetización digital, ciberseguridad, pensamiento crítico, ética de la IA, educación emocional y afectivo-sexual con enfoque de género. Además, formar a profesionales sanitarios en prevención y detección de riesgos de salud mental y violencia digital, junto con campañas de sensibilización y servicios especializados.
Los propios adolescentes sugieren medidas concretas como “prohibir móviles en centros educativos hasta los 16 años” y limitar la memoria de las IA sobre datos personales.
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