Descubre la margarita cimarrona, una belleza de nuestra naturaleza

Erigeron karvinskianus o Erigeron mucronatus es una planta herbácea o subarbustiva perenne, de porte bajo, originaria de América Central, México y Venezuela. Pertenece a la familia de las Asteráceas o Compuestas. En castellano es conocida con los nombres de hierba de burro, margarita cimarrona, marimonia o vitadonia y en gallego con los de vitadinia das floristas o erixerón de Karvinski. Fue introducida en Europa, aunque se desconoce cuándo, como planta ornamental, naturalizándose especialmente a lo largo de la costa atlántica. Consta que a finales del siglo XIX ya se encontraba en algunas zonas de este Continente, como Italia. En Galicia fue citada por primera vez en el año mil novecientos cincuenta.

Sus raíces son perennes. Sus tallos erectos, tapizantes o colgantes, finos y a veces algo leñosos en la base, pueden llegar a medir hasta cincuenta centímetros de longitud. Están muy ramificados. Sus hojas son más bien pequeñas, numerosas, alternas y, en general, vellosas y de color verde grisáceo. Las basales, marcadamente dentadas, se presentan formando una mata y se marchitan antes de la floración. Las hojas caulinares inferiores son ovobadas, es decir, con forma de huevo, generalmente con tres lóbulos puntiagudos; las superiores son lanceoladas o lineares y de borde entero. Las flores, reunidas en capítulos solitarios largamente pedunculados, se parecen a todas las margaritas, no debiendo confundirse especialmente con la Bellis perennis.

Llevan brácteas involucrales, verdes con el centro marrón. Las flores externas, liguladas, normalmente sobresalen del involucro y son de color blanco pudiendo cambiar, según van envejeciendo, a tonos fuertemente teñidos de rosado, púrpura o rojo burdeos; las del anillo central, o sea, las flosculosas, son todas de color amarillo. Los frutos son pequeños aquenios, o frutos secos, pardo rojizos, provistos de un minúsculo vilano blanco con pelos ásperos que favorecen la dispersión de las semillas por el viento. Florece prácticamente durante todo el año menos en la época invernal, concretamente desde principios de la primavera hasta bien entrado el otoño. Se reproduce por semillas o por esquejes. Crece en taludes y colgando de las hendiduras de muros, paredes y rocas, orientadas generalmente hacia el norte, en zonas de semisombra y algo húmedas aunque toleran bien una cierta insolación. Son, asimismo, resistentes a las sequías. Tiene un comportamiento invasor, tal como lo considera la Sociedad Gallega de Historia Natural, formando densas matas redondeadas en los lugares que coloniza.

Etimológicamente, su nombre genérico erigeron, deriva de las palabras griegas eri, “temprano o por la mañana” y geron, “hombre viejo”, significando “hombre viejo en la primavera”, lo que según algunos autores haría alusión a la aparición temprana de las cabezuelas y de los pelos blancos del fruto poco después de la floración. Su epíteto karvinskianus hace honor al naturalista y geólogo alemán, de origen húngaro, Wilhelm Friedridch Karvinsky von Karwin, que contribuyó significativamente al estudio de la flora de Brasil y México a principios del siglo XIX.

En la medicina tradicional se emplearon las hojas y flores como remedio casero a modo de infusiones para combatir la disentería, la diarrea y aliviar el dolor abdominal. También para curar resfriados. Pero, por la facilidad de su cultivo, de su exigencia de pocos cuidados y de su adaptación a todo tipo de suelos, incluso muy pobres en materia orgánica, se usa preferentemente en jardinería para crear recubrimientos multicolores, que por su vistosidad atraen a muchos insectos polarizadores durante todo el periodo de floración.

En Galicia se puede encontrar asimismo la especie Erigeron acris. También las especies Erigeron bonariensis y Erigeron canadienses, hoy ambas incluidas en el género Conyza.