La Jabonera blanca, adubiote das silveiras

ZONA VERDE

Es una planta dioica que puede alcanzar hasta casi un metro de altura

Silene latifolia.
Silene latifolia.

El asubío, asubiote, asubiote das silveiras, cabaciña, colexa, ollos de Cristo, subiote, subiote de cucas, subrilote o ventureira, conocido científicamente con el nombre de Silene latifolia y en castellano con los de borbonesa, albahaca montesina, albahaca turca, colleja blanca, jabonera blanca o silene, es una herbácea perenne de vida corta perteneciente a la familia de la Cariofiláceas, de origen euroasiático y muy común en las cuatro provincias gallegas.

Es un planta dioica que puede alcanzar hasta casi un metro de altura. Su rizoma es pequeño. Sus tallos son erectos, robustos, huecos y poco ramificados; de textura sedosa debido a su pilosidad presente en toda la planta, a excepción de las flores. Sus hojas, en parejas, son ovaladas o elíptico-lanceoladas. Las inferiores poseen un patente peciolo, mientras que las demás son tomentosas y sin peciolo. Sus flores son blancas; las masculinas están en distinto pie de planta que las femeninas; las primeras muestran cálices tubulares finos, ya que sólo albergan los estambres, mientras que las segundas presentan cálices ventrudos, que se hinchan mucho en la fructificación. Dicho cáliz está formado por cinco lóbulos pubescentes, con nervaduras evidentes y dientes triangulares y agudos. Poseen cinco pétalos bífidos, diez estambres y cinco estilos.

Las flores suelen abrirse desde el atardecer hasta la mañana siguiente, por lo cual la polinización puede ser, bien diurna, gracias a la acción de insectos como avispas y moscas, pero preferentemente, nocturna, gracias a la acción de polillas y mariposas nocturnas atraídas por la secreción de néctar y delicado perfume que aumenta desde el atardecer. Durante el día son inodoras. Florece desde el mes de abril al de agosto. Su fruto es una cápsula globosa-periforme, que sobresale del cáliz, de color pardo amarillento, que contiene en su interior pequeñas semillas arriñonadas y de color marrón. Crece en los márgenes de carreteras, caminos incultos, y praderas de zonas sombrías y húmedas.

Etimológicamente su nombre genérico silene está ligado, según algunos autores, a Silenus, el padre adoptivo de Dionisio, representado siempre con el vientre hinchado similar al cáliz de la especie. Otros afirman que procede del griego síalon, que significa

“Saliva, baba o moco” en referencia a la viscosidad propia de algunas especies. El adjetivo latifolia procede de las palabras latinas latus, que significa “ancho”, y folium, que significa “hojas”, aludiendo con ello a sus hojas más bien anchas.

Las hojas de los brotes jóvenes se pueden comer crudas en ensaladas o una vez hervidas en tortillas o guisos. Por su contenido en saponinas, tóxicas para los peces, se usaba tradicionalmente esta planta para su captura echando grandes cantidades de la misma en los arroyos. También se ha empleado para la elaboración de jabones. Las cápsulas se utilizaban en juegos de niños como silbatos para reclamo de pájaros o simplemente para sonar. Para ello, una vez vaciadas de las semillas que contienen y eliminados los picos situados alrededor de la parte superior, se colocaba en el labio inferior y se soplaba, dandole vueltas entre los dedos hasta que se consiguiese el sonido mejor o más fuerte.

En la península Ibérica se han descrito tres subespecies: Silene latifolia subsp. alba; Silene latifolia subsp. latifolia y Silene latifolia subsp. mariziana.

Hay otras muchas especies de este género presentes en Galicia, tales como: Silene ciliata, Silene gallica, Silene legionensis, Silene littorea, Silene nicaeensis, Silene nutans, Silene scabriflora y Silense vulgaris, entre otras. Silene acutifolia florece en las zonas montañosas de Ourense.

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