La cola de caballo

Equisetum arvense es una planta herbácea y vivaz, ampliamente distribuida por las zonas templadas y frías del hemisferio norte, perteneciente a la familia de las Equisetáceas. En Galicia, donde es abundante, es conocida con los nombres de equiseto menor, herba canuda o rabo de cabalo y en castellano con los de ciennudillos, cola de caballo de campo, cola de caballo menor, hierba estañera, rabo de mula o también equiseto menor.

Etimológicamente, su nombre genérico equisetum procede de los vocablos latinos equus, que significa “caballo” y seta que significa “crin”, por lo que estas plantas se conocen vulgarmente con el nombre de “cola de caballo” debido a su aspecto. El epíteto arvense procede del latín arvum haciendo referencia con ello a que es una especie común que “crece entre los campos de cultivo”.

Se trata de un helecho que presenta un rizoma horizontal, subterráneo, articulado y ramificado, de color que va del rojizo al negruzco, y cubierto de pelos. Sus tallos, sumamente característicos, son erectos, tubulares, huecos, articulados, surcados y no persistentes. Son de dos tipos: estériles y fértiles. Los estériles, que pueden alcanzar hasta un metro de altura, tienen pocas ramas verticiladas, vainas tan largas como anchas, ensanchadas en la parte superior y con dientes agudos, rígidos y oscuros en el ápice, libres entre sí o unidas en pares; su coloración varía del verde claro al blanquecino. Los fértiles, que aparecen antes que los estériles, son de menor tamaño, simples, de color pardo, sin clorofila, sin ramas y con vainas acampanadas más grandes que las de los tallos estériles. Los esporangios se agrupan en su parte superior en conos. Esporula a partir de la primavera. Crece en lugares húmedos y frecuentemente arenosos, bordes de cursos de agua, taludes de carreteras, vías férreas, cultivos y terrenos incultos.

Es un helecho conocido desde la antigüedad. Apareció entre los restos fósiles vegetales del período carbonífero. Posee un alto contenido en sílice y sales de potasio, lo que le confiere propiedades diuréticas y hemostáticas. También se usa para bajar la presión sanguínea. En la medicina tradicional se utilizó asimismo para eliminar cálculos renales, tratar infecciones urinarias y en casos de oliguria, es decir, de baja producción de orina. Facilita además la remineralización del organismo, especialmente en quienes padecen reumatismo, osteoporosis, tendinitis y gota. Para ello se toman las tisanas resultantes de la decocción de los tallos estériles primaverales. También se pueden recolectar estos tallos a finales de verano, poniéndolos a secar en un lugar sombrío y ventilado. Una vez secos se pueden trocear y guardar en botes cerrados herméticamente para su uso posterior. Asimismo, está aconsejado su uso por vía externa en caso de hemorroides y otras hemorragias de carácter leve, uso, este último, ya citado por Dioscórides en el siglo I. Se emplea en cosmética para prevenir arrugas en la piel y en casos de uñas frágiles. Además su alto contenido en sílice hace que su superficie se presente muy áspera al tacto. Esta aspereza fue uno de los motivos por el cual se utilizó para pulir objetos metálicos, principalmente plata y estaño, de ahí que también se le conozca con el nombre de “limpiaplata”. Actualmente, este uso ha desaparecido prácticamente por la aparición de productos industriales con los mismos fines. En la Sierra del Caurel se utilizó para confeccionar estropajos y también se usó directamente la planta para blanquear los dientes. En otras zonas de Galicia se realizaban con él baños de asiento en casos de cistitis y se empleaban como cataplasmas para evitar dolores musculares; también se bebía mezclado con la tila y la melisa como tranquilizante. El Equisetum arvense tiene, además, una acción fungicida, aplicando un extracto del mismo sobre plantas afectadas. Asimismo actúa como insecticida natural y plaguicida para árboles frutales, olivo y vid. Los tallos estériles entran a formar parte de algunas bebidas alcohólicas caseras como las ratafías. En lagunas zonas los brotes verdes sirven para la alimentación de animales domésticos, como aves, conejos, cabras, etc.

Hoy en día se puede adquirir “cola de caballo” en cualquier herbolario o tienes de productos naturales.

En Galicia ha sido identificado la presencia de otras especies de este género, tales como Equisetum palustre, Equisetum ramosissimum y Equisetum telmateia. También se señaló la presencia de Equisetum hyemale o Hippochaete hyemalis en algunas zonas de las provincias de Ourense y Pontevedra.