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Un Tributo al “Rey del Zydeco” reúne a artistas de todos los estilos, desde los Rolling Stones y Taj Mahal hasta Charley Crockett y Marcia Ball, por una buena causa y para pasar un rato genial recordando al pionero de este desconocido género musical, Clifton Chenier.
En estos días en los que tras meses y meses de incertidumbre, rumores disparados en las más diversas direcciones y especulaciones de todo tipo, ya es casi oficial que los Rolling Stones están grabando un nuevo disco de estudio en Londres, lo que sí es oficial es que han participado en un excelente disco que se ha puesto en circulación en estos días con un tema, “Zydeco Sont Pas Salés” - tal vez registrado en esas sesiones de grabación de un posible próximo álbum- para un disco tributo a Clifton Chenier, el acordeonista “Rey del Zydeco”.
La versión de los Stones fue producida por CC Adcock, embajador del blues-rock del pantano, el cual declaró: “Sabía que eran unos conocedores aventajados del blues y el rock en lo que se refería al zydeco”, dice Adcock sobre los Stones. “Sabía que el hermano pequeño de Mick, Chris Jagger, tenía una banda de zydeco cajún en Inglaterra; Keith tuvo a Stanley “Buckwheat” (Dural) y a Michael Doucet en ‘Talk Is Cheap’; y Mick ha mencionado a Clifton Chenier a lo largo de los años en muchas entrevistas, así que había muchísimas pistas para llegar a ellos y a otros artistas para tratar de implicarles en un proyecto como este”.
Los Rolling Stones participarn en un excelente disco que salió estos días con el tema “Zydeco Sont Pas Salés”
La canción cuenta con la participación de Mick - cantando en un “francés cajún perfecto”, según Adcock- Keith Richards y Ronnie Wood, flanqueados por Robert St. Julien, batería de Chenier desde hace años, y Steve Riley, acordeonista cajún. Para conmemorar el evento, Smithsonian Folkways, en colaboración con Valcour y Arhoolie Records, recientemente adquirida por Folkways- lanza el tema de los Stones en una edición limitada de 45 rpm con la versión original de Chenier, grabada en 1965 por el fundador de Arhoolie, Chris Strachwitz, fallecido en 2023.
En cuanto al lanzamiento este viernes 27 de junio de “A Tribute To The King Of Zydeco”, la versión de los Stones da inicio a un viaje increíble a los pantanos de Louisiana - ¿se acuerdan, hace aproximadamente un año, de la experiencia narrada en estas mismas páginas sobre el Festival de Jazz de New Orleans?- con un elenco estelar de artistas de americana, blues, soul y country que rinden homenaje a la música de Clifton Chenier.
Tal vez resulte necesario apuntar algunos datos biográficos para poder analizar su trayectoria con más precisión. Clifton Chenier nació en Opelousas, Luisiana, el 25 de junio de 1925. Su padre, Joseph Chenier, era un aparcero criollo negro, acordeonista aficionado y su tío, Maurice “Big” Chenier, era guitarrista, violinista y propietario de una discoteca. Fue gracias a su padre que Clifton Chenier aprendió a tocar el acordeón, y aunque creció ensayando sobre el acordeón diatónico de una sola fila y pulsador, fue el modelo cromático de teclas de piano de gran tamaño por el que se haría famoso. Además de su padre, la primera influencia de Chenier fue el acordeonista Amedé Ardoin, el primer criollo negro conocido en grabar. Chenier también se inspiró en el blues de Muddy Waters, Peetie Wheatstraw y Lightnin’ Hopkins, así como en el R&B de Fats Domino y Professor Longhair. Chenier creció trabajando en los campos de algodón de Louisiana, pero se mudó a Port Arthur, Texas, en 1947 dentro de la llegada de criollos negros a la zona de Houston. Durante el día trabajaba en refinerías de petróleo locales y por la noche tocaba con su hermano mayor, Cleveland, en un grupo llamado Red Hot Sizzling Band. Los hermanos Chenier actuaron por toda la Costa del Golfo, tanto en Luisiana como en Texas, desde finales de la década de 1940 hasta principios de la de 1950. En 1954, Clifton Chenier fue descubierto por el cazatalentos J. R. Fulbright y firmó con Elko Records, sello a través del cual sus primeras grabaciones para dicho encontraron eco en la emisora de radio KAOK de Lake Charles. Hacia 1955, él y su nueva banda, los Zydeco Ramblers, se habían mudado a Specialty Records. En 1956, Chenier dejó su trabajo para dedicarse por completo a la música.
Durante la década de 1960, Chenier y su esposa Margaret se mudaron a Houston, donde él vivió y tocó en la zona criolla negra conocida como Frenchtown. Allí la música criolla tradicional estaba cambiando drásticamente, evolucionando del antiguo estilo al Zydeco moderno, y Chenier contribuyó significativamente a esta evolución. Una de las innovaciones más notables introducidas por Chenier y su hermano Cleveland fue el frottoir, una tabla de lavar que podía usarse como chaleco. El frottoir, o tabla de rubí, que se tocaba con cucharas o dedales, añadió una nueva e importante dimensión al sonido percusivo de la música criolla del sur de los Estados Unidos. Aquí en España, lo desarrolló con cierto éxito nuestra gran blueswoman Susan Santos en muchas de sus actuaciones.
A medida que se alejaba cada vez más del antiguo estilo la la, Chenier comenzó a fusionar two-steps, valses franceses y cajún del suroeste de Luisiana con R&B de Nueva Orleans, blues tejano y jazz de big band para crear el sonido moderno del zydeco. A principios de la década de 1960, Chris Strachwitz, presidente de Arhoolie Records descubrió a Chenier en Frenchtown durante una excursión para grabar y preservar estilos musicales regionales. Strachwitz firmó un contrato discográfico con Chenier en 1963 y lanzó su primer álbum, “Louisiana Blues and Zydeco”, en 1964. Otro hito importante en la carrera de Chenier llegó en 1964 en el Gold Star Studio de Houston, donde grabó la clásica canción criolla “Zydeco Sont Pas Salé”, una de las primeras veces que se utilizó el término “zydeco” en una grabación.
Chenier sufrió problemas de salud en su edad más madura. Le amputaron parcialmente un pie debido a complicaciones diabéticas y se sometió frecuentemente a diálisis renal. A pesar de estos y otros problemas, continuó tocando siempre que pudo hasta su fallecimiento en Lafayette, Luisiana, el 12 de diciembre de 1987. Fue enterrado en el cementerio All Souls de Loureauville, Luisiana, y le sobrevivió su hijo C. J. Chenier. Este pasado 25 de junio, se ha conmemorado de su nacimiento y para honrar su legado, este viernes Valcour Records lanza “Un Tributo al Rey del Zydeco”, que presenta a varias generaciones de artistas que ofrecen su visión de un género que ha ido ganando terreno en la conciencia pública últimamente.
Steve Earle con su versión de “Just Like A Woman”, John Hiatt, Shannon McNally, Keith Frank, Molly Tuttle, Sonny Landreth son junto a los Rolling Stones entre otros, los protagonistas de este maravilloso tributo, que de corazón recomiendo.
Feliz verano, nos vemos en septiembre. Pásenlo bien ¿OK?
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