Pasto de San Agustín: del césped ornamental a amenaza para los ecosistemas

Stenotaphrum secundatum, conocida comúnmente en castellano con los nombres de grama, grama americana, grama basta, grama dulce, gramón, gramillón, lastón, pasto de San Agustín o pasto colchón y en gallego con el de gramón americano, es una planta herbácea perenne perteneciente a la familia de las Gramíneas o Poáceas. Algunos autores la denominan como grama galega. Posiblemente es originaria de las regiones de climas tropicales y subtropicales de América y actualmente está esparcida por todo el mundo. Fue introducida con fines ornamentales en algunas partes de Europa en el siglo XIX y en Galicia se conoce su existencia desde principios del siglo pasado.

Tiene gran capacidad de enraizamiento. Sus tallos rastreros, rígidos, nudosos, no ramificados y de coloración verde amarillenta se extienden por el suelo a modo de estolones, los cuales pueden alcanzar hasta un metro de longitud. De ellos surgen los tallos floríferos y también las hojas lisas, lineales, cortas y algo coriáceas, de coloración verde oscura con matices azulados y con una corta lígula membranosa. Las flores se reúnen en inflorescencias a modo de espigas rígidas, formadas por espiguillas con dos flores, la inferior estéril y la superior fértil. Florece durante el verano. Su fruto es seco y contiene las semillas.

Es tolerante a la sequía y crece en varios tipos de suelos, también los arenosos y salinos, preferentemente húmedos. Sin embargo, no soporta bien las heladas. Es resistente a las plagas. En condiciones desfavorables se vuelve de color marrón, aunque rebrota enseguida con las lluvias o temperaturas ideales. Aunque puede reproducirse sexualmente a través de las numerosas semillas que posee, tiene gran capacidad de proliferación por vía vegetativa mediante esquejes. Es muy sencillo de plantar; para ello se deben utilizar esquejes recién cortados e introducirlos manualmente en el terreno dejando una parte en el exterior; la mejor época en nuestras latitudes es la primavera.

Es muy utilizado como césped tanto en jardines públicos como privados, ya que cubre con rapidez amplias zonas de terreno, obteniéndose una sólida y mullida cobertura ornamental. Necesita abundante riego. Dado que sus brotes son tiernos, también se utiliza como pasto, aunque de baja calidad.

Esta especie está considerada como invasora en numerosos países, ya que donde crece desplaza otras especies autóctonas, convirtiéndose en un peligro para los ecosistemas naturales. Su erradicación es compleja. La Sociedad Gallega de Historia Natural también señala su comportamiento altamente invasor, llegando a colonizar terrenos agrícolas. Cuando se corta debe ponerse atención a dónde se ponen los rizomas.

A pesar de ser típica del paisaje de toda la zona costera, se da bien en zonas más o menos ruderalizadas de interior cercanas al litoral.