¿Por qué se ponen ramas de xesta en las puertas de casas y coches en el mes de mayo?
TRADICIÓN
Con la llegada del mes de mayo llega también una de las tradiciones más antiguas de la sociedad gallega, como es la colocación de ramas de xestas en las puertas de casas y lunas de coches
Uno de los símbolos históricos más conocidos de la tradición gallega son las ramas de xesta. Esta especie, conocida en castellano como retama, empieza a florecer entrado el mes de mayo, cuando la primavera empieza a teñir los campos de color, entre los que destaca el amarillo tan característico de las xestas. Es muy común mirar hacia las faldas de las montañas gallegas y ver un extenso tapiz de vibrante color amarillo mezclándose con el verde de la hierba, los árboles y los arbustos.
Pues bien, como sociedad de múltiples tradiciones como lo es la gallega, cuando las xestas empiezan a florecer en los campos, son muchos los que aprovechan para colocar un ramillete de estas flores en las puertas de sus casas, y también en las lunas de sus coches. ¿El motivo? No es un objeto meramente decorativo, y aunque su significado va variando en función de la zona, su objetivo principal es el de encontrar la buena fortuna en la cosecha.
¿Por qué se utilizan las xestas?
Es cierto que en la primavera son muchas las plantas que empiezan a mostrar, algunas de manera más tímida, otras con más desparpajo, sus coloridas flores. Pero colocar las xestas en las puertas de los hogares o de los vehículos y no otras plantas, se debe principalmente a que la retama ahuyentaba a las "meigas", protegiendo del mal de ojo a las personas que viven en esas casas.
Los más mayores cuentan que estas ramas de xestas se deben colocar en el coche o en la puerta de casa antes del atardecer del 30 de abril para protegerse contra el "mal de ojo", para que no puedan entrar en mayo, ni cojan el "meigallo".
En otras zonas se recogen otras propiedades de esta planta como, por ejemplo, su protección frente a espíritus. Por este motivo, en algunas casas barren sus suelos con una escoba de xestas, para después limpiarla de malos espíritus el Día de San Juan.
Por lo tanto, además de resultar un elemento de decoración natural y único de una época del año, las ramas de xestas atraen la buena suerte, además de proteger contra los espíritus a todas aquellas personas que las coloquen en las puertas de sus casas y en sus coches.
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