Síndrome de Asperger o trastorno del espectro autista (TEA): qué es y cómo se detecta

CARACTERISTICAS Y DIAGNÓSTICO

El síndrome de Asperger es un trastorno dentro del espectro autista que afecta la capacidad de interacción social y emocional de quienes lo padecen, pero no influye en su inteligencia.

TEA.
TEA.

El síndrome de Asperger es un trastorno que forma parte del espectro autista, caracterizado por dificultades en la interacción social y en la flexibilidad mental, pero sin comprometer las habilidades lingüísticas o intelectuales.

Aunque en los sistemas de diagnóstico más recientes (como el DSM-5 y el CIE-11), el término “síndrome de Asperger” ha sido reemplazado por “trastorno del espectro autista” (TEA), sigue existiendo para muchos como un término identificado con una experiencia social específica y una sensación de pertenencia.

Características del síndrome de Asperger

Las personas con el síndrome de Asperger pueden presentar varias características que afectan su interacción con el entorno y la forma en que perciben el mundo. Algunas de las características más comunes son las siguientes:

  1. Dificultad para interpretar la comunicación no verbal: Las personas con Asperger a menudo tienen problemas para comprender gestos, expresiones faciales, tono de voz o cualquier otra forma de comunicación no verbal.
  2. Habilidades sociales limitadas: Aunque los individuos con Asperger desean relacionarse con los demás, a menudo tienen problemas para comprender las reglas sociales no escritas, como el dar las gracias, saludar o esperar turno en una conversación.
  3. Dificultad para el lenguaje "social": Les cuesta participar en conversaciones informales o hablar de temas triviales, y suelen hablar de manera muy precisa, a veces utilizando un lenguaje excesivamente formal o técnico, lo que puede ser interpretado como pedante.
  4. Pensamiento rígido y necesidades de rutina: Las personas con Asperger a menudo se sienten más cómodas siguiendo rutinas estrictas y se sienten perturbadas si hay cambios inesperados en su entorno.
  5. Intereses restringidos: Una de las características destacadas es su fascinación por temas muy específicos, en los que pueden acumular gran cantidad de información, convirtiéndose en expertos en áreas muy concretas.
  6. Sensibilidad a estímulos: También pueden ser especialmente sensibles a ciertos estímulos sensoriales, como ruidos, luces brillantes, olores o sabores, los cuales pueden resultarles incómodos o dolorosos.
  7. Dificultades emocionales: Las personas con Asperger a menudo tienen problemas para identificar o expresar sus propias emociones de manera convencional, lo que puede llevarles a mostrar reacciones que otros consideran inapropiadas.

¿Cómo se detecta el síndrome de Asperger?

El diagnóstico del síndrome de Asperger se realiza a través de un proceso clínico llevado a cabo por profesionales especializados, como psicólogos o psiquiatras.

El diagnóstico no solo tiene en cuenta las características de la persona en cuanto a comunicación, interacción social, emociones y comportamientos repetitivos, sino también la evaluación de sus habilidades cognitivas, su lenguaje y su capacidad de adaptación a las situaciones cotidianas.

¿Cómo ayudar a una persona con síndrome de Asperger?

Apoyar a una persona con Asperger implica comprender su forma particular de interactuar con el mundo. Aquí algunos consejos para ayudar a una persona con este síndrome:

  1. Empatía: Reflexiona sobre los desafíos que enfrentan las personas con Asperger, especialmente en situaciones sociales que suelen ser complicadas para ellas. Intenta ponerte en su lugar para comprender mejor su perspectiva.
  2. Uso de un lenguaje claro: Dado que las personas con Asperger pueden tener dificultades con las interpretaciones sociales, es útil utilizar un lenguaje directo y sin ambigüedades. Evita las bromas, metáforas o sarcasmos, ya que pueden no ser comprendidos correctamente.
  3. Entender sus rutinas y preferencias: Las rutinas proporcionan seguridad a las personas con Asperger. Si bien es importante ser flexible, no hay que intentar cambiar sus hábitos de manera abrupta. Se debe explicar cuidadosamente cualquier alteración que se les proponga.
  4. Apoyo emocional y social: Ayuda a la persona a comprender sus emociones y las de los demás. Enséñales a reconocer señales emocionales de forma gradual y fomenta su capacidad para expresar lo que sienten.
  5. Interésate por sus intereses: Es importante conocer y respetar los intereses específicos de la persona con Asperger. Estos intereses pueden convertirse en un medio para facilitar la comunicación y la conexión social.
  6. Crear un entorno de apoyo: Puedes preguntarle directamente a la persona sobre cómo prefieren que les ayudes y qué les resulta más cómodo. Este enfoque personalizado puede hacer que se sientan más apoyados y comprendidos.

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