La exportación de pizarra cae en Ourense, lastrada por la lluvia y la crisis

La exportación de pizarra cayó un 8,1 % entre enero y julio respecto al mismo periodo de 2023. Las 276.032 toneladas del año pasado se quedaron en 253.773 en 2024, según los datos que maneja el Clúster da Pizarra de Galicia. Su presidente, Víctor Cobo, atribuyó esta caída de la exportación a una serie de factores que incluye el mal tiempo del primer cuatrimestre, que impidió la colocación de cubiertas; la crisis europea con la incertidumbre de los mercados; y la “falta de mano de obra cualificada para colocar pizarra en el extranjero”. A su vez, Severino González, gerente del Clúster, aseguró: “Este ano vai ser moi complicado”.

Una de las consecuencias del mal momento económico es el parón registrado en los proyectos de construcción de nuevas viviendas. “La obra nueva bajó muchísimo en todos los países importadores”, indicó a este respecto Severino González. “Si se ve algún andamio o grúa es para una reparación”, añadió. El mal momento no es exclusivo del sector pizarrero, pues según apuntó, hay otros materiales que se emplean para nuevas construcciones que vendieron hasta un 50 % menos.

Desde la presidencia del Clúster, Víctor Cobo considera que las estadísticas de exportación no bajarán demasiado hasta final de año, pues los ocho primeros meses de 2023 “fueron bastante buenos. Luego empezó a bajar. No creo que la estadística baje mucho más hasta final de año”.

Países rivales

La pizarra gallega para cubierta continúa a la cabeza de la producción nacional, que está por encima del 85 % de la mundial. Sin embargo, esta situación privilegiada no le impide tener que competir con otros países. Así, sus exportaciones se encuentran con la piedra exportada desde Brasil o China. La relajación en sus medidas de seguridad laboral y los menores salarios juegan en contra de los distribuidores de la piedra gallega.

“Aquí los costes están subiendo muchísimo y eso influye en que otros materiales sean más baratos. En todo caso, competir con Brasil y China es complicado”, explicó el gerente.

En todo caso, también hay un dato bueno a destacar en el sector gallego: el del empleo, pues las plantillas se mantienen en torno a 2.400 trabajadores.

La caída de la facturación fue menor

El volumen de toneladas de pizarra exportadas por las canteras (el 55 % procedente de las explotaciones gallegas) cayó más del 8 % en los siete primeros meses del año. La facturación también bajó, si bien el descalabro fue menor, deteniéndose en un 6 %, al pasar de los 237,59 millones de 2023 a los 223,22 del presente ejercicio. La causa hay que buscarla en el incremento de un 2,2 % del precio medio de la tonelada, que se encareció desde 860,8 hasta 879,6 euros.

Ya en referencia a los principales destinos de las exportaciones de la piedra, que genera el 26 % del producto interior bruto (PIB) de Valdeorras, Francia, su primer cliente, compró un 6,8 % menos de pizarra que en 2023, quedando en 124.799 toneladas. Mayor fue el parón de la importación desde Gran Bretaña, pues solo llegó a 67.216, o o que es lo mismo, un 17,6 % menos. Otro buen cliente de las pizarreras gallegas, Bélgica, también compró menos, 8.867 toneladas (un 24,2 % menos). Tan solo Alemania incrementó ligeramente sus importaciones, que alcanzaron las 26.502 toneladas, lo que supone un aumento del 4,6 %.

Por detrás de ellos está Estados Unidos, que con 6.299 toneladas (-3,4 %) de compras fue superado por Irlanda: 6.388 toneladas y un crecimiento del 6 %.