Los productores de castaña echan en falta los magostos
ECOAGRO
Lamentan el parón del mercado en fresco para una campaña cerrada con 13 millones de kilos
La campaña de recogida de la castaña en Galicia finalizó con una producción estimada en torno a los 13 millones de kilos, de los cuales, un 60% corresponderían a la provincia de Ourense. La afectación de la avispilla del castaño Dryokosmus kuriphilus castigó a la gran mayoría de los sotos, pero hay zonas, como Viana do Bolo, donde la plaga aún está introduciéndose.
"A producción é menor que a esperada, pola avispilla ou, nalgunhas zonas, a pedra", comentó el presidente de la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Castaña de Galicia. Xesús Quintá también aludió al parón que acusa el mercado en fresco de este fruto. La ausencia de magostos, unas altas temperaturas y el confinamiento provocado por la crisis sanitaria del covid-19 frenaron la salida de la producción, a la espera de conocer cómo evoluciona la castaña destinada a la industria, con demanda durante los meses de invierno. "Para o Nadal esperamos que non se note tanto", apuntó. Seguidamente, aludió a una calidad del producto que no es excesiva.
El valdeorrés Juan Fernández puso el acento en las circunstancias que rodearon la campaña. "Es especial por la situación que tenemos", dijo el presidente de la Asociación de Produtores e Exportadores de Produtos Agrosilvestres de Galicia (Proagrosilga) y de la Red Estatal del Castaño.
Un factor positivo que apuntó Juan Fernández fue el adelanto de 10 días de la temporada, que elevó el precio del fruto al no tener que competir con la castaña de otras zonas, como las andaluzas. Esta circunstancia tiró hacia arriba de los precios, que irían descendiendo después a lo largo de las jornadas. Este empresario también habló de una producción que descendió aproximadamente el 40% respecto al año anterior, como ya se había apuntado. Pese a ello, afirmó que, a la vista de los efectos de la avispilla del castaño, "todo lo que no sea bajar el 50% está bien". También coincidió con Quintá en destacar el parón que acusa el mercado durante este ejercicio. Un aspecto que igualmente puso sobre la mesa el comercializador de castañas barquense José Barreda. "Non hai magostos, non fai frío. Este é un ano difícil", comentó.
"Diñeiro extra que se reinvirte no rural"
Jorge Minas Domínguez Couso y su familia son propietarios de castaños en el Concello de Viana do Bolo. La castaña que finalizó esta semana no fue mala para ellos. "Collemos máis que o ano pasado, que foi floxo", dijo, para añadir que los precios que se estuvieron pagando en esta zona fueron altos, entre 1,60 y 1 euros por kilo.
Estas tarifas posibilitan que una familia pueda vivir de la producción de castañas si posee un cierto número de árboles y los atiende. Para el resto de productores, esta actividad supone "un diñeiro extra, que a xente reinvirte no rural. É unha fonte de ingresos moi grande", comentó. En una estimación rápida apuntó que 50 castaños pueden suponer unos ingresos de hasta 8.000 euros para una familia.
Según los cálculos que manejan los productores vianeses, entre este concello y el vecino de Vilariño de Conso, la producción supera el millón de kilos de un fruto de "moi boa calidade".
La avispilla del castaño llegó a Viana do Bolo, pero buena parte del Concello se libró este año de sus efectos, lo cual no quiere decir que esté exento de ataques. Aquí, el problema se llama "chancro del castaño" y lo produce el Cryphonectria parasitica. "Está facendo moito dano", dijo Jorge Minas Domínguez. Explicó que la Xunta realiza el seguimiento de esta enfermedad de forma experimental, lo que obliga a los productores a desplazarse a Portugal para poder comprar la vacuna, pues allí sí está a la venta. Este vianés echa en falta además una mayor implicación de las administraciones con un sector que, según recalca, "xenera economía si se lexisla ben".
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