Un bar tradicional con buenas tapas

El bulevar central

La Adega do Vinculeiro ofrece a sus clientes hamburguesas de buey, tapas de lacón y vinos sugerentes

Ana María Bóveda con algunas de las propuestas para el tapeo en Adega do Vinculeiro. MARTIÑO PINAL

La palabra “vinculeiro” es el nombre que recibía aquel que heredaba los bienes de la familia o que era hijo único. Y en honor al bisabuelo de Ana María Bóveda se abrió este establecimiento que regentaron diferentes generaciones hasta llegar a ella, quedando ese nombre para siempre, aunque ya no fuesen “vinculeiros”.

“Aínda me acordo cando meus pais tiñan ademais do bar, o tradicional ultramarinos con todo tipo de produtos, desde de mercería a colonias, pasando por alimentación. Aquelo era un fervedoiro de xente”, comenta.

Pero el tiempo pasó y hace 38 años que Ana María Bóveda tomó el testigo de sus padres, Antonio y María, siguiendo la filosofía de atender a los clientes como si fueran invitados a su casa. Así, en un ambiente muy familiar, se sirven pizzas de diferentes tipos que los comensales pueden elaborar a su gusto, tapas de jamón, lacón, croquetas, patatas bravas… y hamburguesas de buey, entre otras especialidades. “Poucas cosas, pero moi boas”.

Los vinos y las cañas se acompañan siempre de un pincho degustación que ayude a bajar la consumición y que agradecen sus clientes, que repiten cada día en el local.

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