EN CONFIANZA
Carlota Cao, doble premio por su joyería artística
En primera fila: Silvio Pérez (presente en todos los saraos de aquellos años, le hablaban de que había un partido y corría por las botas); encima, si no me equivoco, esta Mugüerza, otra saga del fútbol ourensano; y de pie, encima de los anteriores, Ares (padre de Ares). Me cuentan que por ahí están Cebreiros, Malet (hermano de Silvio), Bermejo, Obeso (de pie traje claro en medio del autobús), Adolfo Sabas “Chato”, Lozano I (de pie fumando), Jesús Fernández, y el que creo era aficionado más que jugador, Antonio González (de pie con la bufanda blanca).
Pandilla, pandilla, como que no era, aunque algún aficionado cuando los resultados no eran buenos seguramente les gritaba eso y cosas más fuertes. Sin duda que incluso algún pariente salía a relucir durante los partidos y no precisamente para alabarlo. ¿O si?, porque aquello de: “¡viva la madre que te parió!” también era un grito de los que a menudo se escuchaban en el estadio.
En esta fotografía se ve de fondo el autobús M-77173 que los domingos se vestía de coche del Club. Se había matriculado en el 48, pero llegó a nuestra ciudad a comienzos de los 60. Delante, aparece una de las mejores plantillas que tuvo el A.D. Couto, que me corrijan los expertos pero yo la situaría en torno a los primeros años sesenta, me faltan algunos de los del ascenso a 3ª en el 62, pero un poco antes o después tuvo que ser esta divertida imagen en la que intuye la camadería de los integrantes.
Tendréis que hacer memoria para reconocer a alguno de estos caballeros…
Fotografía de Silvio Pérez cedida a Rafael Salgado.
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