EN OURENSE

San Francisco, una estación en el olvido

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photo_camera Estado de la estación de San Francisco

Pocos trenes paran ya en el apeadero de Ourense-San Francisco, que mantiene un hilo de vida con la explotación del aparcamiento exterior. Tanto la explanada como el edificio piden mejoras a gritos para no caer en la ruina total

Cristales rotos, pintura caída, telarañas y el suelo sin barrer. Un cartel niega la entrada a perros. Otro indica que el establecimiento está protegido contra robos y atracos. Es el interior de la estación de tren de Ourense-San Francisco. Allí, un extranjero desorientado mantiene una torpe conversación con el encargado del acceso al parking del recinto  En esa ventanilla ya no se despachan billetes, ni siquiera se ofrece información de salidas o llegadas. A diario, de San Francisco ya sólo sale el Regional nº12962 con destino O Carballiño. 

Maricarmen vive en el barrio desde el 84. Todavía recuerda el trajín de trenes de entonces. Nada comparable con el de hoy. "O barrio está máis triste, máis decaído. Incluso debe afectar aos negocios da zona, ¡cantos levan pechado aquí!". Enfrente, Ángela vende el pan a los vecinos. Comenta que le choca que "a estación esté como está e que non haxa unha parada como dios manda, sendo o centro de Ourense. O que hai aí detrás é un misterio". No es un misterio. Del otro lado de las vías caminan dos ancianos de la mano. La estampa es igual de desoladora que en el interior de la estación. Baldosas levantadas, césped sin cortar y basura acumulada. El único movimiento que hay es por parte de los usuarios del parking. Su propietario, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), ha permitido que el recinto lo explote en concesión la empresa Gestión de Inmuebles de Cantabria S.L. (Gestican). 

Pero ésta tampoco parece solución para devolverle la vida a la estación. Para Jose Luis, vecino del barrio de toda la vida, lo normal sería que el aparcamiento "estivese sempre aberto, e non tivésemos que pagar por aparcar, porque ese terreo é do pobo". Pero como en todo, para gustos, colores. "Eu deixo o coche aí todos os días.Tiven que facerme un abono mensual, e sí que é certo que sae máis barato aparcar aí que noutros parkings da cidade. Nese aspecto estáselle dando un bo uso á explanada da estación", sentencia María Celsa, la florista de la calle Pena Trevinca. 

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