Opinión

La casa más divertida de Texas

A Pablo Iglesias se le está echando todo el mundo encima. Me recuerda una escena de "La casa más divertida de Texas", una película humorística y musical del año 82. El argumento trata sobre una histórica casa de putas y granja de pavos de Texas, en un pueblo pequeñito. Un periodista de Washington que no tiene nada mejor que hacer, acompañado de predicadores excéntricos la descubre y monta un follón a nivel nacional por la tele para intentar cerrarla por inmoral.

En realidad la casa de putas es una institución aceptada por todos sin problemas desde 1910. Dejando aparte que surte al país de los mejores pavos para el Día de Acción de Gracias. Además es el burdel más antiguo de los Estados Unidos y Mona, la madama, interpretada por Dolly Parton, una persona apreciada en el pueblo y que financia muchas instituciones benéficas.

En la película Dolly Parton está enamorada del sheriff, Burt Reynolds. En una escena ambos están charlando bajo la luna junto al lago, y Dolly Parton, que está preocupada porque a raíz del impacto mediático que ha tomado el asunto le pueden cerrar la casa, se queja pensativa a Burt:

– ¿Sabes? Desde que era niña, por una razón o por otra todo el mundo se me ha tirado encima.

Burt Reynolds echa una mirada valorativa a su novia que la cámara nos muestra en detalle. Mona está tumbada en la hierba, boca arriba, con un vestido escotado y sus dos prodigiosas defensas (ya saben como es Dolly Parton) apuntando hacia el cielo nocturno como telescopios de Monte Palomar: "Por una razón o por otra todo el mundo se me ha tirado encima".

A Pablo le está ocurriendo un poco lo mismo. Que si la coleta, que si Errejón no firmó el papel, que si son todos profesores de universidad y cantaban "La Internacional", que si han cambiado de ideas. En fin, cualquier razón vale con tal de echársele encima. Aunque la razón no tenga nada que ver con la verdadera razón.

Pablo no es Dolly Parton y dudo que sus enemigos lo ataquen por las razones (dos) por las que lo hacían el periodista y los predicadores con Mona en la película de Colin Higgins. La comparación parece traída por los pelos, como dice Dolores de Cospedal, pero es pertinente. Cualquier razón vale si conseguimos liquidarlo, esa parece ser la orden que viene de arriba.

PP y PSOE con tantos analistas en nómina no acaban de entender que cuanto más atacan a Podemos, más simpatías despiertan los de Pablo Iglesias. El bipartidismo se acaba y si no se ponen las pilas se acabarán también ellos. Y cuando digo las pilas, no quiero ser grosero, ya saben a qué me refiero...

Bueno, es entretenido. No me quejo. Creo que este país, "La casa más divertida de Texas", sorprendentemente se parece cada vez más a la casa del Pequeño Nicolás. Y perdonen ustedes el mal pareado. Ciao, amigos.

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