Opinión

Vari Caramés mira el Pasatiempo

El tiempo desde los ojos de Vari Caramés cuando mira desde la altura de sus primeras seis décadas, y su magia… Aquel niño nacido en Ferrol (1953), que a los nueve se va con su familia a la ciudad de A Coruña, visita Betanzos y El Pasatiempo con trece asombrados años, comienza a fotografiar enseguida con una Voigtländer Vitoret, mas nunca olvidó el encantado jardín. El pasado trece inauguró ‘Pasatiempo’, una exposición especial, en la Galería Marimón, mirando con la naturalidad que da el oficio, rodeado de amigos y admiradores. Esta selecta muestra que estrenó en 2013, que se pudo ver en la compostelana Galería Trinta, entre ese año y comienzos del siguiente, y en Arco, la explicó el artista en la revista Luzes 11 como una reflexión otoñal y de madurez, y del deterioro, pues pese a la dureza de los materiales, o vital, hay que asumir la componente de fragilidad y vulnerabilidad.

Como un consumado intérprete del Actor’s Studio, Vari Caramés tomó su vieja cámara Brownie Kodak, y se introdujo desde el yo adulto en un espacio que pertenecía a sus recuerdos de infancia y primera adolescencia. Su mirada de asombro, de ojo atento a la belleza, es también de testimonio de un estado de un patrimonio cultural de primer orden, una valorización, desde lo ruinoso, de su situación de irreversibilidad. Las once imágenes, que selecciona cómo si de un coach futbolístico se tratase, son subyugantes en sí mismas, y singulares, aunque desdoble dos de ellas, destacando el autor la del rincón bajo la escalera, un encuadre sutil, antesala de la tan conocida del Buzo, en la base de ella.

Lo variado de sus encuadres, el formato clásico cuadrado, y la película que rueda en formato Súper 8, que nos mostró, recreación en movimiento a fin de conseguir evocar mejor las luces de un recuerdo... En este particular Camino de Swan del fotógrafo coruñés, ¿cuál sería la magdalena que despertó su sueño de infinitud? Pues desde Proust la eternidad está en los detalles.

La obra de los hermanos García Naveira, lavadero público, escuela, asilo, en lo material, se completa con un complejo parque con jardines, unos 80.000 m2, y el Pasatiempo, otros 8.0002, mandado construido principalmente por Jesús, que contiene el estanque del Retiro, y grutas, a las que se accede por la boca de una gran cabeza, como en Bomarzo, desde la que se sube hasta el gigantesco León de aire mesopotámico. Egipto, la muralla China, una mezquita y el Canal de Panamá, en el Betanzos de fines del XIX y comienzos del XX: un complejo mundo utópico de saberes, para glorificar su villa, y Argentina, de dónde procedían sus inmensos caudales.

Un conjunto enciclopédico, según Luís Seoane, que es en realidad esotérico, e iniciático; mas también algo romántico y naïf. Caramés hace fotografía como pinta el admirado Gerhard Richter, mas al modo de Cellini, un escultor que la trabajaba cual orfebre, que sabía ser asimismo un escultor de la orfebrería, ¿podrá Vari pintar como fotografía?

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